lunes, julio 30, 2012

Ve A Los Demas Como DIOS Los Ve



“Ayúdense a llevar los unos las cargas de los otros, y obedezcan de esa manera la ley de Cristo.” (Gálatas 6:2 NTV)


Dios dice que como creyentes en Cristo, debemos valorar a todo mundo. Cuando mires a la gente a tu alrededor, ---incluso a la gente que te insulta y te ofende--- hay que verlas como Dios las ve, como la gente por la que vale la pena morir. Dios envió a su Hijo a morir por ellos, porque ellos son importantes y valiosos para Dios.

Cuando tú afirmas a las personas, aumentas su valor. Cuando aprecias a la gente,  elevas su valor. Y ¿cómo puedes afirmar a las personas con quien tratas a diario?

Escúchalos atentamente. "Compartan unos con otros sus angustias y problemas, y de esta manera cumplen con la ley de Cristo" (Gálatas 6:2 PRF). Uno de los mayores regalos que puedes darle a una persona es un oído atento. Cuando miras a alguien a los ojos y la escuchas, con esto le estas diciendo: "Yo te valoro. Y valoro lo que me estas diciendo. "

Utiliza palabras positivas. La Biblia dice: " No empleen un lenguaje grosero ni ofensivo. Que todo lo que digan sea bueno y útil, a fin de que sus palabras resulten de estímulo para quienes las oigan." (Efesios 4:29 NTV).

Dios quiere que los creyentes sean edificadores de personas, no gente que solo utilizan a las personas. La mayor parte del mundo está lleno de gente que solo utiliza a las personas. Dios dice que cuando hablas palabras positivas y de ánimo --- "¡Bien hecho! ¡Buen intento! Te agradezco lo que hiciste "---  estás ministrando a la gente. Cuando veas algo bueno en sus vidas, reconócelo y díselos, y esa área de su vida crecerá. 

Ora por ellos. 2 Corintios 1:11a dice: y ustedes nos están ayudando al orar por nosotros.(NTV) Has una lista de oración con las personas con las que trabajas o convives a diario, ponla dentro de tu Biblia, y orar por ellos; y veras lo qué pasara en tu oficina o en tu lugar de trabajo. No es posible orar por personas específicas y no ver como comienzan a suceder cosas fabulosas. Si se da la oportunidad, coméntales que estas orando por ellos y pregúntales si quieren que ores específicamente por algo en especial. Cada vez que hagas eso, estarás construyendo un puente con el que se podrás ministrar a la gente.

Piensa en esto: 

Piensa y escribe el nombre de una persona a la que animaras esta semana. Anímalo con palabras positivas y de aliento, escúchalo atentamente, pues aun en conversaciones triviales las personas revelan sus angustias y aflicciones, y empieza a orar por esta persona.

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