Todos los seres
humanos, sin excepción, en alguna parte de su vida enfrentan carencias y
necesidades. Necesidades físicas, emocionales y espirituales.
El mismo Jesucristo
expreso sus necesidades en estas áreas; y es por esto, que hoy estudiaremos
porque deberemos de creer que Dios no solo puede satisfacerlas (Omnipotencias
de Dios), sino que también anhela hacerlo (Dios es un Padre amoroso); y
enfáticamente las necesidades materiales.
“Y este mismo Dios quien me
cuida suplirá todo lo que necesiten, de las gloriosas riquezas
que nos ha dado por medio de Cristo Jesús.” (Filipenses 4:19 NTV)
El
apóstol Pablo escribe a la iglesia en Filipos, una aseveración que la inicia
con un testimonio personal, lo que nos muestra que Pablo NO hablaba en forma
teórica, lo que decía era porque lo había vivido en carne propia: “Y este mismo Dios quien me
cuida (NTV)”.
Todo
el contenido de la Biblia, esta escrito en forma de narrativa en primera o
tercera persona, y en algunas ocasiones también usa ‘figuras y parábolas’, que
son narradas con elementos cotidianos, para mostrar o enseñar una verdad
espiritual. Pero la Palabra de Dios nunca miente ni exagera; por lo que cuando
leemos en ella la palabra TODO, significa que NADA queda fuera de esto. “suplirá todo lo que
necesiten”(NTV). La Palabra dice que Dios suplirá TODAS nuestras necesidades; ¿crees
de verdad que alguna necesidad tuya pudiera quedar fuera de esto?
Y
por si fuera poco; hemos hablado que Dios no puede dar lo que no tiene, solo
puede darnos lo que tiene y le pertenece, y las Escrituras dicen: “conforme a sus riquezas en
gloria” (RV60) ¿ Algún día has tratado de imaginar las riquezas que Dios tiene en su
gloria? Si la Biblia habla que las calles del cielo están pavimentadas con oro,
y las puertas son enormes perlas; ¿Qué de lo que tú pudieras necesitar, no
pudiera ser cubierto por las riquezas de Dios?
Y
tu te dirás a ti mismo: “bueno, pero esto es como saber acerca de la fortuna de
Carlos Slim o de Warren Buffet; ¿pero, por que tendría yo acceso a ella? La
respuesta nos la da Pablo al final de este versículo: “en virtud de la obra de
Cristo Jesús” (CST). Tú y yo, como simples mortales, nunca
tendríamos acceso a NADA de Dios, PERO Jesucristo vino a este mundo, a morir en
una cruenta cruz y así hacernos de la familia de Dios
Y si somos hijos, somos
herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, pues si ahora sufrimos
con él, también tendremos parte con él en su gloria. (Romanos 8:17 NVI)
Y
si hemos sido salvados al aceptar a Jesucristo como nuestro Redentor, somos
hijos de Dios y sus herederos, coherederos con Cristo, quien de ser el
UNIGENITO hijo de Dios, al morir en la cruz se convirtió en el PRIMOGENITO hijo
de Dios, porque tu y yo llegamos posteriormente a la familia de Dios, siendo
Jesús nuestro hermano mayor.
“Por lo tanto, ustedes ya
no son extraños ni extranjeros, sino conciudadanos de los santos y miembros de
la familia de Dios,” (Efesios 2:19 NVI)
Y
si eres de la familia Real, de la familia de Dios Todopoderoso, ¿Por qué crees
que tu Padre no te sostendrá y te proveerá de todo lo que necesites? Piensa en
esto: Mientras vivas en esta Tierra, eres el Hijo del Rey, viviendo
temporalmente en un país lejano, pero esto, nunca te quitara tus derechos
reales de hijo ni la provisión Real para vivir
como debes.
Marcos
Vidal - Tú Eres mi Esperanza http://www.youtube.com/watch?v=qrCHIte3Qz4&feature=youtube_gdata_player
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