jueves, julio 19, 2012

¿Te sientes cansado de tanto batallar?



Tú seguramente ya estas peleando la buena batalla contra tus problemas y necesidades. Ya no estas angustiado porque has  presentado tus peticiones a Dios, y la paz de Jesucristo ha invadido tu ser, y esa paz que es más grande que toda la sabiduría humana, te permite estar enfocado y alerta. PERO, resulta que, al día de hoy, TE SIENTES AGOTADO.

Hay cristianos que piensan que el cansarse es pecado, ¡NO, de ninguna manera! Nuestro cuerpo por razones naturales se cansa, se agota, esa es la ley de la naturaleza, y más cuando has estado luchando con tus aflicciones, problemas y carencias, y además, en este cansancio físico, entra en juego todo el desgaste emocional. Sabemos que el Señor esta con nosotros, que nos cuida, protege y sustenta; pero de verdad, el agotamiento llega con el tiempo, te lo digo por experiencia.

Lo maravillosos de nuestro bendito Señor, es que conociendo esta circunstancias naturales de nuestro ser, nos da una promesa específicamente para estas condiciones, ya que al  pensar y analizar tu corazón, puedes ver que estas plantado en la roca inconmovible que es Jesucristo, pero tus fuerzas se han ido mermando a lo largo de la batalla que has estado enfrentando; ¿Qué puedes hacer?... descansar no puedes porque la misma lucha te lo impide… Hoy el Señor te dice:  

Él fortalece al cansado  y acrecienta las fuerzas del débil. Aun los jóvenes se cansan, se fatigan,  y los muchachos tropiezan y caen;  pero los que confían en el Señor  renovarán sus fuerzas; volarán como las águilas: correrán y no se fatigarán, caminarán y no se cansarán.” (Isaías 40:29-31 NVI)

Si las condiciones naturales y humanas hacen que tu cuerpo y mente se cansen, el creador de esta misma naturaleza, --nuestro Dios--, promete dar nuevas fuerzas a los débiles y cansados. Y especifica mas claramente que los que confían en Dios siempre tendrán nuevas fuerzas.

Que maravillosa promesa de Dios para tu vida, que como un beneficio de estar confiando en que “Jesús ya venció al mundo”, además de prometerte “que te dará descanso cuando estés trabajado y cansado”, el Señor nuestro Dios te promete renovar tus fuerzas para caminar y correr sin cansarte.

Pero todo esta sujeto a una sola premisa: “confiar en el Señor”. Y esto solo Dios lo puede constatar al ver tu corazón, ya que cualquiera lo puede simular físicamente y con su hablar, pero el verdadero corazón que se encuentra confiando en Dios, es como un suave aroma que sube al trono del Señor.

Confiar en Dios es saber que aunque la tormenta arrecie y se empiece a inundarse la barca de tu vida, Jesús, nuestro capitán, esta a cargo de todo, y nada se saldrá de su control. ¿Y es en estos momentos cuando nuestra fe se inclina a flaquear? ¡Claro que si! pero es aquí donde te metes a la Palabra de Dios y lees en repetidas ocasiones las promesas que Dios te da para estos momentos (como las que hemos estado estudiando), y al elevar tu oración a Dios, le recuerdas las promesas que encontraste en su Palabra y que las has hecho tuyas.

El Señor es FIEL, ¡El te lo promete y El te lo cumple!


Jesus Adrian Romero - Cansado del Camino http://www.youtube.com/watch?v=eNJSkSLs_CM

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