Perdona y Sigue Adelante

“»¡Si tan sólo prepararas tu corazón y levantaras tus manos a él en oración! Abandona tus pecados  y deja atrás toda iniquidad. Entonces tu rostro se iluminará con inocencia;     serás fuerte y estarás libre de temor. Olvidarás tu sufrimiento; será como agua que corre.” (Job 11:13-16 NTV) Mientras estés concentrado en alguien con quien estés resentido, esa persona te estará controlando. Estás resentido por algo que a lo mejor él o ella ya han olvidado. Mucho antes de que la psicología llegara a nuestras vidas, Job dijo que hay tres pasos para la sanidad interior: 1. Endereza tu corazón. Si quieres estar emocionalmente sano de una herida, tienes que liberarte, tienes que soltar al ofensor --- aunque no te guste la idea.  No trates de vengarte. Perdona a esa persona, y luego libérate de ella. 2. Acércate a Dios. Necesitas invitar a Cristo a tu vida, para que te llene de su perdón. ¿Por qué? Porque yo no creo que puedas fabricar el suficiente perdón en tu vida para atender todas tus heridas, no sólo las de tu pasado, sino también las que tendrás entre hoy y el día en que mueras.  ¿Has escuchado la famosa historia de Corrie Ten Boom? Se le conoce porque escondió a varios judíos en su apartamento para protegerlos de los nazis, durante la Segunda Guerra Mundial. Cuando fueron descubiertos y capturados, no sólo los judíos fueron enviados a los campos de concentración, sino que también Corrie y su familia. Todos los miembros de su familia murieron en los campos de concentración, excepto Corrie, y ella tuvo que soportar la tortura y los abuso de los nazis. Más tarde, al terminar la guerra, ella regresó y se encontró con los guardias que habían abusado de ella; y ella los perdonó. Ni tú ni yo podriamos hacer esto con nuestro propio perdón humano. Necesitamos un poder sobrenatural de Dios en nuestra vida con el fin de soltarlos y dejarlos ir,  y ser capaces de decirles: "No fue nada bueno. No fue nada divertido. Fuiste extremadamente malvado. Pero yo creo que Dios puede sacar algo bueno de lo malo, y de alguna manera el resto de mi vida será la mejor parte de toda mi vida". 3. Enfrenta al mundo de nuevo. Cuando hemos sido heridos, estamos tentados a encerrarnos en nuestra concha, levantar un muro, y no dejar a nadie mas acercársenos. Con esto, tú te está dañando a ti mismo. Estas dejando que lo que te sucedió en el pasado defina tu identidad y futuro; es como conducir un auto mirando por el espejo retrovisor. Te vas a estrellar. Hay que afrontar el futuro y volver a tu vida normal. No importa tanto dónde has estado, como hacia dónde te diriges. Medita en esto: ¿Qué recuerdo te esta haciendo daño y sigues aferrado a el --- algo que alguien dijo, hizo o pensó de ti? Ora la siguiente oración: "Jesús, yo quiero que mi corazón este en el lugar correcto. Por favor, quítame este resentimiento de mi vida. Elijo perdonar a [nombre de la persona]. Ayúdame a  enfrentarme al mundo otra vez. Ayúdame a centrarme en ti a partir de hoy. Reemplaza mi amargura y dolor con tu paz. Sana mi herida con tu curación divina. Borra mi amargura con tu amor. En nombre de Jesús. Amén