jueves, abril 05, 2012

Tened Por Sumo Gozo

"Considérenlo como un regalo enorme, amigos, cuando las pruebas y los desafíos vienen sobre ustedes de todas  partes. Ustedes saben que bajo presión, su vida de fe se ve exhibida a la luz y muestra sus verdaderos colores. Así que no traten de salir prematuramente de nada. Dejen que haga su trabajo para que ustedes  maduren y se desarrollen bien, sin  deficiencia alguna.” (Santiago 1:2-4 TMSG)

No podemos ocultar o pretender que no pasa nada, cuando el piso de nuestras vidas se desmorona bajo nuestros pies. 

Cuando recibimos una mala noticia o un problema de salud se nos presenta, o alguien muy cercano muere, o si se colapsan nuestras finanzas, todas las grandes palabras sobre la fe que hemos oído y leído, no nos sirven de nada.

Lo que verdaderamente importa es lo que hacemos en esos momentos y circunstancias.

La Biblia dice en el primer capítulo de Santiago, que durante nuestros tiempos difíciles, nuestra "vida de fe se ve expuesta a la luz del problema y muestra su verdadera cara". No importa todo lo que hayamos dicho acerca de vivir una vida de alegría y de fe. En lo que realmente creemos, es obvio para todos, ---especialmente para mí mismo ---, cuando los malos tiempos vienen.

Así que, ¿qué es lo que hacemos en esos momentos?

Santiago 1 dice que "lo consideremos como un regalo enorme cuando las pruebas y los desafíos nos llegan por todos lados". Otra versión de Santiago 1 dice: "Tened por sumo gozo, mis hermanos y hermanas..." Tengo que ser honesto con ustedes: Esto, ¡rara vez es mi primera reacción! Es probable que pueda contar con una mano (y me sobran dedos) el número de veces que he considerado a los momentos difíciles que se me presentaron, como un gran "regalo" o "tenerlos por sumo gozo."

Y yo, soy como tú. Mi primera reacción suele ser el enojo, la desesperación y la amargura --- no la alegría y el agradecimiento por el "gran regalo" de las dificultades. Al reaccionar así, me decepcionó por lo lejos que todavía tengo que caminar para ser un hombre maduro en Dios.

Pero ese es exactamente el punto que Santiago está indicando. A nosotros no nos gusta el proceso para hacernos semejantes a Cristo, porque se trata de dolor, de tristeza, de estrés y de agitación. Sin embargo, todos queremos el producto final: la madurez espiritual. Santiago nos dice que no se trata de zafarse de las situaciones difíciles demasiado rápido. Si lo hacemos, estaremos tomando un atajo en el proceso y entonces seguiremos siendo los inmaduros bebés espirituales.

 Yo no quiero ser un bebé espiritual o emocional. ¿Y tú lo quieres? Yo quiero que mi vida de fe sea resistente y fuerte, madura y bien desarrollada. Estoy dispuesto a dejar que las pruebas y las dificultades expongan mi vida de fe, así sabre que debo mantenerme en ese camino hasta que termine su trabajo.

Quiero mostrar mis verdaderos colores.

Medita en esto:


·         ¿Cómo has permitido que Dios use tus aflicciones recientes para ayudarte a crecer espiritualmente?

·         ¿Como crees que sea el "tened por sumo gozo"?

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