“«Vuelvan
a mí, hijos descarriados —dice el SEÑOR—,
y les sanaré el corazón extraviado». «Sí, ya vamos —responde el pueblo—, porque tú eres el SEÑOR nuestro Dios. '" (Jeremías 3:22 NTV)
y les sanaré el corazón extraviado». «Sí, ya vamos —responde el pueblo—, porque tú eres el SEÑOR nuestro Dios. '" (Jeremías 3:22 NTV)
Si tu eres como yo, estarás pensando: "Dios, ¡no creo que ese tipo de amor sea posible!"
Y si estas pensando así, tienes razón. Sólo con Jesús dentro del corazón seremos capaces de amar a Dios con el misterio sobrenatural de Su propio amor. Dios es capaz de cambiar los deseos dentro de ti, él es capaz de reavivar un amor profundo y fiel en tu interior.
Si tú has perdido tu pasión por Dios, la manera de recuperarla no es tratando durísimo de recuperarla, hasta que de alguna manera llegues a ese nivel de amor. El camino del reencuentro con Dios, es confiar en las promesas de Dios para traernos de regreso a una relación profunda con el. (Jeremías 2:2).
Dios perdona nuestra naturaleza descarriada, nos va a curar de nuestra fe cansada y desgastada. Él dice: "Mis hijos descarriados... Vuelvan a mí, y voy a sanar sus corazones descarriados".
Y nuestra respuesta deberá de ser: "Sí, ya vamos... porque tú eres el Señor, nuestro Dios" (Jeremías 3:22 NVI).
Fíjate en esto:
- ¿Cómo describirías tu pasión por Dios?
- Si Dios va a curar nuestra fe cansada, ¿que nos impide volver a vivir una profunda pasión por Dios?
No hay comentarios:
Publicar un comentario