domingo, abril 22, 2012

El Gran Retorno De Inversión: Los Últimos Serán los Primeros

" »Así que los que ahora son últimos, ese día serán los primeros, y los primeros serán los últimos." (Mateo 20:16 NTV)

Un día habrá el gran retorno de inversión. Algunas de las personas que envidiaste en la Tierra ¡estarán al final de la fila el día del juicio!

Hemos estado hablando acerca de cómo el pecado de la envidia te impide vivir tu propósito divino para esta vida:

·         La envidia niega tu singularidad: "Tú, Señor, diste forma a mis entrañas; tú me formaste en el vientre de mi madre! Te alabo porque tus obras son formidables, porque todo lo que haces es maravilloso. ¡De esto estoy plenamente convencido!  Aunque en lo íntimo me diste forma, y en lo más secreto me fui desarrollando,
nada de mi cuerpo te fue desconocido."
(Salmo 139:13-15 RVC)

·         La envidia es un insulto a Dios: "Respondo: ¿Quién eres tú para pedirle cuentas a Dios? «¿Acaso le dirá la olla de barro al que la modeló: "¿Por qué me hiciste así?" »"(Romanos 9:20 NVI)

·         La envidia divide tu atención: "»Nadie puede servir a dos señores, pues menospreciará a uno y amará al otro, o querrá mucho a uno y despreciará al otro. No se puede servir a la vez a Dios y a las riquezas.” (Mateo 6:24 NVI
)
·         La envidia te distrae de tu propósito y objetivo: " Jesús le dijo:  —No se puede pertenecer al reino de Dios y hacer lo mismo que hace un mal campesino. Al que se pone a arar el terreno y vuelve la vista atrás, los surcos le salen torcidos.” (Lucas 9:62 TLA)

·          La envidia hace que desperdicies tu tiempo y energía: “Luego observé que a la mayoría de la gente le interesa alcanzar el éxito porque envidia a sus vecinos; pero eso tampoco tiene sentido, es como perseguir el viento... También observé otro ejemplo de algo absurdo bajo el sol.  Es el caso de un hombre que está totalmente solo, sin hijos ni hermanos, no obstante trabaja mucho para acumular toda la riqueza posible. Sin embargo, luego se pregunta: «¿Para quién trabajo? ¿Por qué me privo de tantos placeres?». Nada tiene sentido, todo es tan deprimente." (Eclesiastés 4:4-8 NTV)

·         La envidia te lleva a otros pecados:Porque donde hay envidias (celos) y rivalidades (contiendas por ambición egoísta), también hay confusión (agitación, falta de armonía, rebelión)  y toda clase de acciones malvadas." (Santiago 3:16 NVI) 

Eleva esta plegaria a Dios:

"Padre, admito que he sentido envidia en mi vida, y te pido que me ayudes a sacarla de mi corazón. ¡Ayúdame a dejar de compararme con los demás! Ayúdame a empezar a disfrutar de tu bondad hacia los demás. Ayúdame a darme cuenta de que tú no eres escaso en prodigar de tu gracia, que hay mas que suficiente  para todos. Ayúdame a recordar que ya tengo mucho más de lo que merezco.

Te pido que me perdones por no ser agradecidos por lo que ya tengo. Lo siento mucho, Señor. Cuando la vida me parezca injusta, enséñame a confiar en ti, viendo claramente que tú tienes en tu corazón, las mejores intenciones para mí. Pero por encima de todo, ayúdame a mantenerme enfocado en tu plan único para mi vida. Quiero ser exactamente lo que tu quieras que yo sea. Ayúdame a recordar que la vida es acerca de las relaciones, y no de acumular cosas. Ayúdame a servir a los demás en amor en lugar de envidiarlos. Senor Jesús, te lo pido en tu nombre."
Amen.

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