“No permitas que nadie menosprecie
tu juventud; antes, sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, fe y pureza.” (1 Timoteo
4:11-12LBLA)
Existe una
expresión popular que dice: “Es muy fácil y barato el
prometer; lo difícil y caro es cumplir lo prometido”
Una de las
características que el mundo pretende atribuir a la juventud es su falta de
compromiso, su falta de credibilidad y su fácil deserción de la tarea. Aunque
yo en lo particular, creo que existe esta característica como reflejo del
carácter, el cual si no es moldeado, seguirá siendo igual en la edad adulta e
incluso en la tercera edad.
Mi querido amigo
que eres joven, desafortunadamente tienes esta creencia popular en tu contra,
por lo que aunque falles en la misma forma y cantidad que una persona adulta,
tu falta se propagara a la comunidad rápidamente, mientras que la del adulto,
siempre tendrá una ‘explicación razonable’.
Joven, por esta
razón, Pablo pide que seas ejemplo no solo con tus palabras de apoyo y con
todas las palabras que salgan de tu boca, sino que con tu conducta también, que
tus hechos estén acorde a tus palabras. No prometas lo que no sabes si podrás
cumplir, no digas lo que no sientes ni alientes falsas esperanzas cuando sabes
que no podrás darlas; y sobre todo: ¡NO MIENTAS!
Como joven
tienes en tu mano el poder de construir una excelente reputación, coloca cada
día un tabique en esa pequeña muralla de integridad que estas edificando, y en
un futuro será tu fortaleza. Nadie esta esperando que seas perfecto, no temas
equivocarte, reconócelo, acéptalo y aprende de ello.
“De más estima es el buen nombre que las muchas
riquezas, Y la buena fama más que la plata y el oro.” (Proverbios 22:1 RVC)
“Es mejor gozar de buena fama que gozar de un buen
perfume...”(Eclesiastés
7:1a RVC)
Jesucristo nos
dijo que somos la sal de la tierra y la luz del mundo; y ambas son acciones, no
son solo declaraciones.
“Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve
insípida, ¿cómo recobrará su sabor? Ya no sirve para nada, sino para que la
gente la deseche y la pisotee”. (Mateo 5:13 NVI)
La sal sirve
para:
- Sazonar lo insípido: Puedes darle sabor a la vida insípida de los demás con tu forma de vida misma. Tu llevas la paz y el gozo de Jesús en ti.
- Para preservar el alimento: Puedes hacer que las verdades eternas que escuchen los demás, queden grabadas y reforzadas por tu comportamiento.
- Para desinfectar: Existen heridas no atendidas en el corazón de los hombres, que con tu conducta las esterilizaras y sanaran por el poder del Espíritu Santo.
- Para conducir la electricidad (el poder): El Espíritu Santo con todo su poder esta en ti, y al ser la sal de la tierra, estarás conduciendo este poder hacia ellos.
“Vosotros sois la luz del mundo. Una ciudad situada sobre un
monte no se puede ocultar;” (Mateo 5:14
LBLA)
Jesús dijo que
tu eres la luz del mundo, porque El habita en ti; lo que nos indica, que sin
lugar a dudas, el mundo te estará observando. No pasaras desapercibido en lo
que hagas, no te podrás esconder. Mi abuelo el General, siempre me decía:
“Vivimos en casa de cristal”, todo lo que hacemos es del dominio público,
porque somos la luz del mundo. Alumbra la oscuridad de los solos, tristes y
desamparados con la luz de Jesús en ti.
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