Dios Usa A Personas Que Confiesan Sus Pecados

"Si te mantienes puro, serás un utensilio especial para uso honorable. Tu vida será limpia, y estarás listo para que el Maestro te use en toda buena obra.”. (2 Timoteo 2:21 NTV)

Dios usa todo tipo de recipientes: vasos grandes y vasos pequeños, vasos decorados y vasos sencillos, otros muy caros y otros muy baratos. Pero hay una cosa que Dios no va a usar: un vaso sucio. Así que si tú quieres ser usado por Dios, tienes que hacer algo de limpieza.

Josué le dijo al pueblo: " «Purifíquense, porque mañana el Señor va a realizar grandes prodigios entre ustedes.»" (Josué 3:5 NVI). El hecho es que Dios, también quiere hacer algo grande en tu futuro. Pero hay que empezar arreglando cuentas del pasado. Tienes que limpiar tu ayer.

¿Cómo se hace esto? Lo haces a través de la confesión. San Agustín dijo: "La confesión de las malas obras es el comienzo de las buenas obras." Empezamos enfrentando nuestro pasado. La Biblia dice, "Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad." (1 Juan 1:9 NVI).

¿Recuerdas la primera vez que hiciste una "lista de tus pecados."? Seguramente te sentías como si Dios estuviera a un millón de kilómetros de distancia, que estaba tan distante, que no podías sentir su presencia o su gracia. Sentías que tus oraciones rebotaban en el techo. Si hoy te sientes así, saca un bloc y dile así: "Dios, muéstrame todos los pecados que hay entre tu y yo, los escribiré específicamente, y me comprometo a confesártelos específicamente y pedirte perdón por cada uno de ellos. Vamos a hacerlo ahora y quitémoslos de mi camino."

Empieza a escribir, y a escribir, y a escribir. Tal vez te parecerá que escribirás un libro. Cuando finalmente termines, confiésaselos a Dios y pídele perdón por cada uno de ellos, escribe en cada uno de ellos 1 Juan 1:9.

Yo he tenido que hacer una lista de pecados muchas veces a lo largo de mi vida, porque es muy fácil dejar que las cosas se acumulen entre Dios y nosotros.

Es necesario hacer regularmente una lista de pecados, para siempre tener un recipiente limpio para que Dios lo use. Si sólo sacas una vez al mes la basura de tu casa, empezara a apestar.

Piensa en esto: 

¿Cuánto tiempo ha pasado desde que confesaste específicamente tus pecados a Dios? 

¿Cuándo haces tu lista de tus pecados, qué te sorprende mas, ¿el descubrir que es lo que recuerdas o cuanto recuerdas?