viernes, abril 13, 2012

La Armadura de Dios (5 de 7) El Escudo de la FE

 Por esa razón, vístanse con toda la armadura de Dios. Así soportarán con firmeza cuando llegue el día del ataque de Satanás y después de haber luchado mucho todavía podrán resistir.  Entonces manténganse firmes, pónganse el cinturón de la verdad y protéjanse con la coraza de la justicia.  Prepárense poniéndose el calzado de anunciar las buenas noticias de la paz.  Pero sobre todo, tomen el escudo de la fe para detener las flechas encendidas del maligno. Utilicen la salvación como casco protector. Tomen la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.; (Efesios 6:13-17 PDT)

Hoy estudiaremos otra parte vital de la armadura de Dios y es: EL ESCUDO DE LA FE. Es sumamente importante descubrir el papel que tenía cada parte de este equipo para el soldado romano y cómo lo usaba para sacar el mejor provecho de ello para nuestra vida espiritual.


Aplicación para los Soldados Romanos:

1.- En el griego del N.T., hay 2 palabras diferentes para ESCUDO.

  • Uno se refiere a un escudo pequeño circular, cuya forma  es parecida a la de una cesta de mimbre grande, redonda y plana.
  • La otra palabra se refiere a un escudo largo y rectangular, cuyo nombre se deriva de la palabra usada para: puerta, ya que tiene, más o menos, la misma forma.

2.- Un soldado romano que era bien entrenado sabía usar ese escudo de modo que las flechas del enemigo no pudieran alcanzar ninguna parte de su cuerpo. El escudo lo protegía completamente.

3.- En tiempos de guerra, los enemigos de los romanos encontraron la manera de alcanzar al soldado equipado con este escudo, que lo protegía completamente. Tomaban un balde de brea (producto natural inflamable) y mojaban la punta de sus flechas con esta brea para luego encenderlas, disparando así las flechas prendidas; y de esa manera poder incendiar el escudo. Por causa de esto, los romanos se veían obligados a remojar sus escudos, para que cuando las flecha encendidas alcanzaran los escudos, se apagaran al instante en el escudo empapado en agua.

4. Otro rol importante que tenían los escudos, era que los usaban como un túnel de protección para cualquier persona importante, por ejemplo (reyes, reinas, príncipes, sacerdotes etc). De este modo estas personas, podía pasar de un lado a otro sin ser dañada por las flechas encendidas del enemigo.


Aplicación para nuestras vidas.

Debemos entender algo importante para comprender esta parte de la armadura de Dios y es que es un arma defensiva. Es una realidad que el enemigo de nuestras almas lanzara ‘dardos encendidos’ contra cada uno de los que hemos aceptado a Jesucristo como Señor y Salvador. Esos ‘dardos” son dirigidos especialmente hacia nuestra mente, con el ‘fuego’ de la duda, el rencor y la decepción. Si un dardo logra romper la barrera o ESCUDO DE LA FE, podrá empezar a incendiar nuestra vida con celos, envidias, rencores y todos los demás frutos de la carne que habla Pablo en Gálatas 5:19-21. Y una vez alcanzada nuestra mente, contaminara el corazón, enturbiando los sentimientos y las intenciones de todo lo que hagamos.

El ESCUDO DE LA FE sirve para bloquear, rebotar y apagar los dardos o flechas incandescentes del enemigo. Así como el escudo del soldado romano lo protegía completamente, del mismo modo lo hace en nuestras vidas. Pero... ¿Que es el “ESCUDO DE LA FE” EN nuestras vidas?

 Hay 3 respuestas para esto:

  1. Dios mismo como “El Escudo de la Fe”.
  2. Las Promesas de Dios como “El Escudo de la Fe”.
  3. La Sangre de Cristo como “El Escudo de la Fe”.



  1. Dios mismo como “El Escudo de la Fe”.

En el A.T. Dios mismo era “El Escudo” de Su pueblo. Quizá fue el rey  David quien más experimentó esta verdad en su vida, ya que en los Salmos se encuentra más de 15 veces la palabra escudo refriéndose a Dios como tal.

  • Salmos 3:3  “Mas tú, Jehová, eres escudo alrededor de mí; Mi gloria, y el que levanta mi cabeza.”
  • Salmos 5:12  “Porque tú, oh Jehová, bendecirás al justo; Como con un escudo lo rodearás de tu favor.”
  • Salmos 3:20  “Nuestra alma espera a Jehová; Nuestra ayuda y nuestro escudo es él.”

En cada versículo del A.T. cuando Dios era nombrado como un escudo, era porque justamente, cumplía con el mismo propósito de un escudo natural, ¡El de proteger! Como en los tiempos de los soldados romanos.

El escudo te protege de los ataques del enemigo. El Salmo 125:2 dice:  “Como Jerusalén tiene  montes alrededor de ella, Así Jehová está alrededor de su pueblo Desde ahora y para siempre.”

El escudo se colocaba delante del soldado para que no lo hieran las flechas, y así Dios “Con Sus plumas te cubrirá y bajo sus alas hallarás refugio…” (Salmo 91:4)



      2. Las Promesas de Dios como “El Escudo de la Fe”.

La fe se menciona 2 veces en esta lista de la armadura:

  1. La coraza es una coraza de justicia, que es de FE y amor.
  2. Y el Escudo es un escudo de FE.

La palabra FE tiene un significado un poco diferente en los 2 casos. La coraza de JUSTICIA es tener FE para creer que somos la Justicia de Dios en Jesucristo, mientras que el ESCUDO DE LA FE es tener FE para aceptar las Promesas de Dios en cuanto a la protección para nuestras vidas. Pero también para todas las personas que Dios ha puesto bajo nuestra responsabilidad y cuidado, por ejemplo (padres, hermanos, amigos etc.). Esta FE cubre todo lo nuestro.

Es mediante las Promesas de Dios que tenemos un escudo para bloquear los ataques de nuestro adversario, y estas promesas las conocemos y aprendemos en su Palabra.



     3. La Sangre de Cristo como “El Escudo de la Fe”.

No hay muchas explicaciones en este punto de vista, ¡pero no cabe duda de que la sangre de Cristo tiene poder! La sangre de Cristo nos cubre:

  1. De Todo pecado: (1 Juan 1:7) “pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.”
      2. De Toda Injusticia: (Romanos 5:9) “Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira.”

      3. De Toda Acusación: (Apocalipsis 12:11)  “Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero...”

La palabra de Dios nos dice en (Apocalipsis 12:11)  “Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero...” Este pasaje presenta a Satanás recorriendo la tierra, señalando y acusando a los soldados del reino de Dios. El arma principal del ejército de Dios contra Satanás es la sangre del Cordero. La sangre de Cristo, el Cordero, hace que el ejército de Dios prevalezca, porque ella responde a todas las acusaciones del enemigo. Satanás controla y derrota a la humanidad inculpándola. Actúa como un verdadero «embustero».

Sin embargo, los santos saben que la sangre ha bloqueado todos los cargos contra ellos, los ha unido a Dios, y les ha provisto de todo lo necesario para derrotar a Satanás. La sangre ha establecido un inquebrantable vínculo con un Dios que previene a Satanás contra su intento de separar a los cristianos de los recursos eternos y suficientes que Él les ofrece.

Dios nos ha declarado justos y victoriosos por medio de la sangre de Cristo.


Conclusión:

Es sumamente importante aplicar el ESCUDO DE LA FE en nuestras vidas todos los días. Así como lo usaban todos los soldados para hacer un túnel de protección para que los dardos del enemigo nos dañaran a la gente, de la misma manera debemos usar este escudo para proteger a nuestras familias, amigos, pertenencias y no olvidarnos de nuestra propia vida. Que las ultimas palabras de Moisés sean una realidad  en nuestras vidas: “Bienaventurado tú, oh Israel. ¿Quién como tú, Pueblo salvo por Jehová, Escudo de tu socorro, Y espada de tu triunfo? Así que tus enemigos serán humillados, Y tú hollarás sobre sus alturas.” (Deuteronomio 33:29)







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