“No seguirás a la
multitud para hacer el mal, ni testificarás en un pleito inclinándote a la
multitud para pervertir la justicia.”
(Éxodo 23:2 NBLH)
¿Te acuerdas como era la vida cuando
cursabas la primaria o el High Schoo?, y ahora que ya tienes hijos en la
escuela y te cuentan sus vivencias, ¿notas la gran diferencia? Recuerdo cuando
yo estaba en sexto de primaria (1967) y el mayor escándalo del año fue que “parecía”
que una compañera había fumado un cigarrillo… hablábamos de ello en el recreo y
cuando veíamos a la compañerita, tratábamos de encontrar en su cara algún
rastro de lo que supuestamente había hecho, je, je
Mis hijos ya terminaron sus estudios, pero
llegaron al punto de mejor no contarme lo que sucedía cotidianamente en sus
universidades, para evitar que me diera un infarto… Ingenuamente, yo todavía creía
que las cosas eran similares a cuando yo estudie en la universidad, je, je;
pero cuando me entere de que lo que ahora sucede cotidianamente son parrandas y
fiestas holywoodescas, excesos,
suicidios y demás; me quede estupefacto.
Pero, te has puesto a pensar profundamente
cuando tus hijos te dicen: “pero es que
TODOS lo hacen”, y tu como padre, por supuesto que no quieres que tu hijo
sea “el rarito” de la escuela, o el que vive en la prehistoria sin actualizarse
en las modernidades de los jóvenes; ¿pero cual es el fiel de la balanza que te
guiara en tus decisiones?... Sin lugar a dudas LA PALABRA DE DIOS es la que te dará
luz a este respecto.
Las Escrituras han funcionado como guía y
rector del comportamiento humano desde hace mas de 3 mil años, y siguen estando
vigentes y actuales; ¿sabes por que?, porque tratan con el corazón, con el carácter
y las intenciones de las personas. Y en esto, no importa el lugar donde vivas,
las costumbres y culturas locales ni la época durante los últimos 30 siglos; la
palabra de Dios es actual y efectiva.
Algo que nos muestra la Biblia es que no
nos dejemos llevar por lo que hacen las multitudes o la mayoría, es común que
no hagan lo correcto, y en medio de todas estas acciones, solo el recordar lo
que dice la palabra nos orientara para saber lo que debemos hacer.
Anoche una amable señora me preguntaba que
es lo que debería de hacer en una situación conflictiva que se desarrollaba en
el hospital donde ella acude, me preguntaba que acciones podía tomar acorde a
la Biblia, porque su interés es vivir lo mas posible como Dios quiere; después de
escuchar la historia completa, no encontré en mi mente nada que apareciera en
la Biblia acerca de esta situaciones de hospitales y sus servicios; y solo le recordé
la regla de oro: “Has con los demás como
te gustaría que hicieran contigo” (Lucas 6:31). Se la dije y ella se quedo pensando por unos
instantes, y me dijo: ‘entonces ya se lo que
debo de hacer, muchas gracias.’
Puedes empezar leyendo las ‘capsulas de sabiduría’
que hay en los 31 capítulos del libro de Proverbios, un capitulo para cada día
del mes.
Cuando te enfrentes a situaciones
complejas, busca simplificarlas buscando las verdaderas intenciones del corazón,
y piensa que si estuvieras del otro lado de la mesa, ¿como te gustaría que trataran
ese asunto contigo? No te fíes de lo que la mayoría hace; ya ves que la mayoría
pidió que crucificaran al Maestro.
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