En la actualidad todos buscamos la verdad,
cuando escuchamos las noticias o leemos el periódico, buscamos otras fuentes de
información tratando de encontrar la verdad de esa noticia. Cuando atendemos a
un comercial en la TV, si es de nuestro interés el producto, buscamos en
Internet los reportes subidos a la red con respecto a lo anunciado, no te
imaginas cuanta falsedad se descubre al ‘hacer un poco de tarea’. Mis hijos son uno expertos en esta materia,
cuando algo me llama la atención, en poco tiempo ya me tienen un reporte del
producto, desilusionándome del producto la gran mayoría de las veces, pues los
reportes indican la falsedad de las aseveraciones que anuncian. Sabias que los
productos milagrosos para bajar de peso, filman primero a una persona con
cuerpo normal, delgada y atlética, y posteriormente la hacen subir de peso y la
filman de nuevo. Cuando finalmente sacan el anuncio en TV, lo presentan al revés,
primero la gorda y después la misma persona delgada… que tramposos, lo mismo
sucede con los equipos mágicos para hacer ejercicio y todos los llamados ‘productos
mágicos’ que anuncian en Internet, radio y televisión. Excuso decirte como me
fue con mis hijos cuando les comente que había llenado una encuesta por
Internet, para ganarme una TV de plasma de 42”; por supuesto que no me gane
nada, pero me llegaron una infinidad de anuncios de TODO tipo.
Pero esta necesidad de conocer la verdad
fue puesta por Dios desde Adán, que fue el primer hombre creado por Dios. Pero también
nos dio la promesa de que podremos conocer la verdad y esta nos hará libres.
“…y Jesús les dijo: —Si
se mantienen fieles a mis enseñanzas, serán realmente mis discípulos; y
conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.” (Juan 8:31-32)
Lo bueno es que el Hijo de Dios nos dio la
formula para conocer la verdad, y principalmente la verdad de la vida eterna. La
única condición para conocer la verdad es ser y mantenernos como discípulos de Jesús.
Un discípulo es aquel que se dedica a diario a estudiar y aprender mas de algo.
Cuando estudiaste en la esuela o la universidad, estabas comprometido a
asistir, atender a todas las clases, a hacer la tarea, a presentar los exámenes,
para que finalmente te graduaras. Nadie se hizo doctor o abogado con solo inscribirse
en la universidad, nadie se graduó de enfermera o maestra con solo ir diario a
la cafetería del plantel. TODOS los que nos graduamos, tuvimos que asistir,
estudiar, aprender y demostrar que ya lo habíamos aprendido para convertirnos
en graduados (con honores o de panzazo, pero graduados).
Precisamente a esto se refiere Jesús, y
parafraseando Juan 8:31-31, Jesús les dijo: si
no se ausentan ni se van de pinta y atienden a las clases que yo les daré, los
considerare mis verdaderos alumnos, y por esta razón aprenderán tanto que podrán
saber y conocer lo que es verdadero; y al saberlo, esto lo hará totalmente
libres, sin ningún engaño ni mentira en su mente.
Es muy fácil ser entrenador del America
cuando estamos sentados en las gradas del Estadio Azteca, es sencillísimo ser el
entrenador de la Chiquita Gonzáles cuando estamos sentados en la sección
general (hasta arriba) en la Arena México, y es mucho mas fácil gritarle al
televisor cuando vemos un partido de la selección Mexicana, gritándoles lo que deberían
de hacer… Y sabes porque es tan fácil… Porque no hay ningún compromiso, no se
pone a prueba nuestro liderazgo ni nuestras decisiones; si sale mal lo que
indicamos, no pasa nada; y si teníamos razón, tampoco pasa nada.
Si de verdad queremos conocer la verdad,
deberemos de comprometernos a asistir a las clases que Jesús imparte a diario
mediante la Palabra de Dios, son a la hora que tu definas, con la duración que
tu determines y a la velocidad de avance que tu quieras; la única condición es
que asistas con tal regularidad, que el Maestro, Jesús, te considere un alumno
regular. Comprométete; y te recomiendo mucho el ‘Laboratorio de Promesas’, que
es donde veras como todo lo que Dios te promete en su Palabra, ¡si se cumple!
Jesús es el único que borra nuestro pasado
y nos da un futuro brillante y lleno de satisfacciones.
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