miércoles, marzo 14, 2012

Permite Que La Aprobación De Dios Te Libre del Temor

“¿Qué busco con esto: ganarme la aprobación humana o la de Dios? ¿Piensan que procuro agradar a los demás? Si yo buscara agradar a otros, no sería siervo de Cristo. (Gálatas 1:10 NVI) 

La publicidad manipula todo el tiempo: "¡Usted sería un tonto de no aprovechar esta oferta", "Si no compra este producto, perdería la oportunidad de su vida" o ¿Alguna vez has comprado algo que no querías pero lo hiciste solo para no parecer un tonto? ¿Alguna vez te has quedado paralizado mientras alguien que te ofreció un pedazo de comida en un palillo? Y terminas diciendo: De verdad no me gustó, pero se lo compré de todos modos.

A esto se le llama miedo al rechazo. No sólo permite que otros nos manipulen, sino que nos hace daño de muchas otras maneras. El miedo al rechazo nos presiona para que nos ajustemos, nos adaptemos a la presión del grupo. Tenemos la tendencia natural a caminar como los demás, a hablar como los demás, a actuar como los demás, y a vestirnos como los demás. ¿Por qué?

Porque no queremos ser rechazados.

 Nos impide decir la verdad. ¿Por qué la gente miente? ¿Por qué la gente disfraza la verdad? Porque tienen miedo de que si dicen la verdad, no los aceptaran.

El miedo al rechazo también nos hace guardar silencio acerca de nuestra relación personal con Cristo. A veces el silencio no es oro, es simplemente de color amarillo! No compartimos nuestra fe en Cristo porque nos preocupa la aprobación de los demás.

¿Cómo puedes superar el miedo al rechazo? ¡Lo que necesitas es una nueva perspectiva!

Se empieza poniendo a Dios en primer lugar. A continuación, pon las opiniones de los demás en un lugar apropiado. En otras palabras, no sobrevalúes lo que los demás dicen.

En Gálatas 1:10, Pablo escribe: " Queda claro que no es mi intención ganarme el favor de la gente, sino el de Dios. Si mi objetivo fuera agradar a la gente, no sería un siervo de Cristo." (NTV). Pablo dice que su meta en la vida es agradar a Dios, no a los hombres. Él dice que tiene una opción: ‘Puedo elegir si voy a vivir para el aplauso de Dios o para el aplauso de los hombres’. Tú no puedes obtener la aprobación de ambas partes a la vez. Tu tienes que decidirte a quién estás tratando de impresionar.

La manera de superar el miedo al rechazo es vivir la vida para una audiencia de una sola persona, Dios.

Medita en esto:
 
·         ¿Cual crees que es la diferencia entre ser afectados por las opiniones de la gente o de ser dirigido por sus opiniones? 
       
·         ¿A quién dirías tú que estás tratando de complacer a diario? ¿A Dios? ¿A tus compañeros de trabajo?  ¿A tu cónyuge? ¿A tus amigos? 
           
·         ¿Cuánto más de tu potencial crees que podrías alcanzar si solo buscaras la aprobación de Dios y de nadie más?   


No hay comentarios:

Publicar un comentario