DIOS Te Abre Los Ojos A Los Obstáculos

“El Señor abrió los ojos de Balaam, y éste pudo ver al ángel del Señor en el camino y empuñando la espada. Balaam se inclinó entonces y se postró rostro en tierra.” (Números 22:31 NVI)

Tu tienes algunos planes que has querido hacer toda tu vida. Tienes metas y sueños que has estado esperando el momento para empezar a trabajar en ellos. Quieres iniciar un negocio, formar una familia, o seguir una carrera en particular. Lo estas intentando lo mejor que puedes, pero parece que no puede iniciarlo. Y no sabes por qué.

Es necesario que el Espíritu Santo te abra los ojos – o te ilumine -  y te muestre la barrera que hay en tu camino.

Tú necesitas que Dios haga contigo como lo que hizo con Balaam en Números 22. De seguro recuerdas la historia. Balaam era un profeta de Dios, que accedió ayudar a los chicos malos. Como Balaam habia iniciado su viaje para ayudar a las personas equivocadas, Dios le atravesó un ángel para bloquear su camino. Pero Balaam no podía ver al ángel, su obstáculo era invisible. Sin embargo, el asna de Balaam si vio el ángel y no quiso acercarse a el. Entonces Balaam enojado golpeo a la burra por no quererse mover y seguir caminando. De hecho, Balaam golpeo a su burra en tres ocasiones. Balaam era tan testarudo, ¡que su burra tuvo que hablarle audiblemente para tratar de hacerlo entender!

Por último, la Biblia dice: "Entonces el Señor abrió los ojos de Balaam, y vio al ángel del Señor, de pie en medio del camino con su espada desenvainada. Así que él se inclinó y se postró sobre su rostro" (Números 22:31 NVI).

Algo estaba bloqueando el avance de Balaam, pero el no podía ver lo que era. Entonces Dios le abrió los ojos. La palabra bíblica para este hecho es "iluminación".
Dios, también quiere abrirte los ojos. Tú tienes planes en tu vida que no están funcionando. Encuentras bloqueos a todo momento. Y te estas enojado con todos los demás a lo largo de tu camino – con tu esposo, con tu esposa, con tus hijos - con todo el mundo. Estás enojado con todos porque no puedes ver lo que es el verdadero problema.

Cuando tu progreso está siendo bloqueado, tienes dos opciones. Puedes pegarle a tu burra, o puedes dejar que Dios te abra los ojos. Puedes enojarte con todos a tu alrededor, o puedes recurrir a la ayuda de Dios.

 Tu verdadero problema es, ¡que no puedes ver el problema! Pero Dios si lo ve. Pídale a Dios  que te abra los ojos como se los abrió a Balaam.

Piensa en lo siguiente:

  ¿Qué problema estas teniendo que necesitas que Dios te clarifique?

 
       ¿Estas dispuesto a aceptar cualquier solución que Dios te muestre una vez que le pidas que te ilumine