Una de las
grandes decepciones que me he llevado con esta vida de modernidad, es que hasta
para hacer ejercicio hay que contar con el equipo adecuado. Resulta que
sabiendo que debo de hacer ejercicio, quise empezar a usar la caminadora, pero
cual seria mi sorpresa, que si no tenia los zapatos adecuados me lastimarían
los pies. Y otra gran decepción que me lleve fue que cuando al fin tuve los
tenis para correr, empezaba a recorrer mas distancia cada día, hasta llegar a 5
kilómetros (solo caminando rápido por supuesto), pero cuando deje de hacerlo
por algunos días, al regresar de nuevo a la caminadora solo aguante 2
kilómetros… que frustración, perder tan fácilmente los 5 Km, que me había
costado alcanzar varias semanas de duro esfuerzo.
El rey David
escribe en el libro de los salmos:
“La boca del justo imparte sabiduría, y
su lengua emite justicia. La ley de Dios está en su corazón, y sus
pies jamás resbalan”. (Sal 37:30-31 NVI)
Todos hemos
deseado que las gentes nos conozcan por hablar sabiamente, y que lo que digamos
este impregnado de justicia; pero el rey David nos indica que esto solo se
puede lograr cuando hemos atesorado la Palabra de Dios en nuestro corazón. Lo
más maravilloso de las Escrituras es que al referirse a nuestro buen
comportamiento ante los ojos de Dios, no se refiere a nuestros actos, pues a lo
largo de 3 mil años, las costumbres, actividades y sociedades han cambiado
muchísimo; a lo que se refiere la Biblia es a nuestro carácter, y a las
intenciones que se encuentran motivando las cosas que hacemos y decimos.
Es por esto que
la Biblia nunca pasara de moda, porque mientras exista la humanidad, habrá
personas con espíritu, alma y cuerpo que si voluntariamente buscan ser mas como
Jesús, lo podrán lograr mediante las Escrituras.
Cuando David
habla de atesorar en el corazón la Ley de Dios, se refiere a que el obedecer a
Dios sea la primera y principal prioridad en nuestra vida, nada será mas
importante que esto, y esto solo se lograra mediante el estudio de la Ley de
Dios, o sea la Biblia.
Para correr
necesitas usar unos buenos zapatos
tenis, para conocer las ordenanzas y el corazón de Dios necesitas estudiar su
Palabra; para poder mantener el ritmo de correr 5 kilómetros diarios necesitas
de no dejar de hacerlo para no perder tu condición física, así mismo, para que
al hablar impartas sabiduría y para que lo que digas emita justicia, tienes que
estudiar diariamente y poner en practica lo que aprendas de la Biblia.
Tú premio en
esta tierra será que tu pie jamás se resbalara, y además, tendrás una vida
eterna con Dios.
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