Recuerdo una ocasión
que fuimos a Reino Aventura en la Ciudad de México, y entramos a la “cabaña del
tío Chueco”, a lo mejor tu también fuiste en alguna ocasión. Era una cabaña
rustica, perfectamente equipada con todos sus muebles, PERO estaba inclinada,
de tal forma que todo el piso, paredes, muebles y demás, se veían bien y alineados
con respecto a todo lo que tenia la cabaña dentro de ella, pero al caminar a través
de ella, sentías claramente la fuerte inclinación que tenia toda la cabaña,
sintiendo que casi te resbalabas. Lo característico de esta atracción era la
dualidad de lo que veías y de lo que sentías al caminarla, muy divertida atracción
del difunto Reino Aventura.
Muchas ocasiones
nos sucede lo mismo en nuestra vida diaria, trabajamos, estudiamos,
sociabilizamos y vivimos de tal forma que pareciera que todo lo que hacemos
esta en orden y en perfecta correlación con todo lo que anhelamos en nuestra vida,
pero de repente sentimos que ‘algo anda mal’, nos sentimos caminando en la cabaña
del tío Chueco.
Seguramente tu
has experimentado que aunque aparentemente todo esta bien en tu vida, tus metas
están siendo alcanzadas, tienes una familia maravillosa y cuentas con un futuro
promisorio; sientes que “hay un no se que, que, que se yo”, que no te permite
estar tranquilo y contento por completo. Siempre que alcanzas otra meta más,
sientes también que algo te falta, y para llenarlo de inmediato te pones otro reto más alto; ¿sabes que es lo que en realidad sientes? Lo que sientes es el ‘toque’
del Espíritu Santo…
“Empero yo os digo la verdad: Os es necesario que
yo vaya: porque si yo no fuese, el Consolador no vendría á vosotros; mas si yo
fuere, os le enviaré.
Y cuando él viniere redargüirá al
mundo de pecado, y de justicia, y de juicio” (Juan 16:7-8 RVA)
El Espíritu Santo
te redarguye, te convence, te toca para que busques algo más para tu vida. Y lo único que
quiere es llevarte al encuentro con tu destino perfecto, que esta en Cristo Jesús,
quiere guiarte al encuentro de tu plena realización en este mundo. Todo lo que
has hecho hasta el día de hoy, no es el fin, es el medio para alcanzar la
plenitud de tu vida, para lograr tu realización y completa satisfacción. Si
crees que has llegado al pináculo de tu carrera, de tus logros y de tus éxitos;
déjame decirte que apenas empiezas, todo lo antes alcanzado y vivido fue solo
la preparación para tú más grande y tú más formidable logro, para trascender en
este mundo, y esta obra monumental que solo tu puedes lograr, te fue preparada
por tu creador especialmente para ti.
No sigas viendo
con tus ojos lo que aparentemente esta bien en tu vida, mientras sientes con
tus pasos que algo anda mal, que algo te falta; no vivas en la cabaña del tío Chueco,
salte y encuentra la plenitud de tu vida, al encontrar el propósito de Dios
para ti. Y este propósito, solo te puedo decir que esta en el ámbito de servir
y dar toda la gloria a Dios.
Dios Le Bendiga Hermano Abel Medina.
ResponderEliminarHa Sido Un Placer Leer Lo Que El Senor Regala A Su Vida, Dios Le Continue Bendiciendo Y LLenando De Amor, Fe, Saviduria. La Paz Del Senor Jesus Siempre Este En Su Vida.
Glorifico A Yeshua Hamashiaj Por Su Vida Amen Y Amen.