Permite Que La Aceptación De DIOS Te Libre Del Temor

“Sin embargo, los hiciste un poco menor que Dios    y los  coronaste de gloria y honor.” (Salmo 8:5 NTV) ¿Te das cuenta de lo único y valioso que eres tú? - ninguno de nosotros lo hacemos. La razón por la que eres tan vulnerable a sentir miedo del rechazo de los demás, es porque estás lleno de dudas de ti mismo. Es por esto que cuando te critican las otras personas, en lo más profundo de ti, tienes la duda y el temor de que ellos pudieran tener la razón. Y esto, duele aún más. El efecto del pecado es siempre la inseguridad. Cuanto más pecamos, más inseguros nos volvemos. Cuando alguien te ignora en una fiesta, tu podrías pensar: "! No le caigo bien!" Y tal vez esa persona ni siquiera te había visto en la fiesta. Pero debido a que estabas viendo la situación a través de los ojos del temor, fuiste vulnerable. ¿Cuál es el antídoto para el temor al rechazo? El antídoto es poner a Dios en primer lugar. En segundo lugar, poner a la gente en su lugar al poner sus opiniones en la perspectiva correcta. Entonces, deberás aceptar lo que Dios dice acerca de ti. El Salmo 8:5 dice: "Sin embargo, los hiciste sólo inferior a ti mismo, los coronaste de gloria y de honra" (GNT). Tú fuiste creado por Dios, y Dios no hace porquerías ni basura. No sólo fuimos creados por Dios, sino que Cristo nos ha hecho aceptables --- no a causa de lo que hagamos o hayamos hecho, porque nunca podríamos ser suficientemente buenos como para ser aceptables para un Dios perfecto. Efesios 1:4 dice: " Incluso antes de haber hecho el mundo, Dios nos amó y nos eligió en Cristo para que seamos santos e intachables a sus ojos." (NTV). Jesucristo murió en la cruz, pagó por todos nuestros pecados, y nos cubrió con su amor. Dios te mira y te dice, "Lo que Jesús hizo fue aceptable. Por lo tanto, tú eres aceptable." Todo lo que tienes que hacer es aceptar lo que Jesús ha hecho por ti. Tú fuiste creado por Dios. Cristo te ha hecho que seas aceptable. No importa lo que digas de ti mismo, no importa lo que otros dicen de ti. Si Dios dice que estás bien, entonces estás bien. No importa quien te rechace, Dios nunca lo hará. Piensa en esto: ·         ¿Cómo cambiaria tu vida si empiezas a ver tu valor a la luz del hecho de que Dios te considera que valiste el sacrificio de su hijo?                                   ·         ¿Qué harás para compartir esta verdad con a alguien que tu conozcas y que sepas que necesita conocer estas noticias tanto como tu?