martes, marzo 13, 2012

Permite Que El Amor De Dios Te Libre del Temor

"Sálvame de los insultos que  temo... Quiero  obedecer tus mandamientos... Muéstrame lo mucho que amas a mí, Señor, y sálvame de acuerdo a tu promesa. Entonces podré responder a aquellos que me insultan." (Salmo 119:39-42 GNT)
El temor al rechazo proviene de todas direcciones: de tu matrimonio, de tu familia, de tus padres, de la escuela, del trabajo, de antiguos amigos, de decepciones amorosas, de las críticas, a partir de una mirada. ¿Alguna vez has visto como una mirada mata a alguien? ¿Alguna vez has visto a una madre o un padre manipular a un niño con solo levantar una ceja?
¡Eso es el miedo al rechazo! Y esto puede obstaculizar tu vida de muchas maneras.

El miedo al rechazo nos impide dar y recibir amor. Las heridas del pasado nos impiden tener buenas futuras relaciones. Alguien dijo: "me quemé con una estufa caliente. Nunca mas voy a volver a tocar una" Y la gente dice acerca de sus relaciones:" ¡Yo me quemé con mi matrimonio. ¡Nunca mas voy a casarme otra vez!" El problema es que las personas no son las estufas. Las personas si cambian.


Tu miedo al rechazo se basa o se origina en dos cosas. Una de ellas es la idea de que todos necesitamos ser amados. Esto es un hecho. Todos lo hacemos. Todos necesitamos desesperadamente dosis masivas de amor en nuestras vidas para poder ser personas sanas.

Dios dice: "Yo quiero amarte." Dios es amor. Tú necesitas ser amado. Esta es una profunda necesidad que tenemos todos. Pero el que sintamos temor al rechazo es por la falsa idea de que pensamos que las otras personas deberían ser capaces de satisfacer plenamente esta necesidad en nuestras vidas. Cuando esperas que alguien más satisfaga todas tus necesidades de amor, estás metiéndote en problemas. Te estás poniendo en posición para que te hieran. Te estás preparando para que te rechacen.

 Tienes que poner a Dios en primer lugar, porque es el único, que en última instancia, puede satisfacer plenamente todas sus necesidades.

¿Dios alguna vez ha usado a otras personas? Claro. ¿Dios nos ama a través de otras personas? Efectivamente. ¿Dios quiere que amemos a los demás? Sí. ¿Acaso Dios nos quiere utilizar como canales de amor? ¡Por supuesto!

Sin embargo, tú nunca tendrás todas tus necesidades cubiertas mediante alguna persona o grupo de personas. Dios nunca quiso que fuera así. Ellos simplemente no cuentan con el suficiente amor. El amor humano es limitado. El amor de Dios es ilimitado e incondicional. No importa qué tan profunda sea tu necesidad, el puede llenarla. Y nunca se agota.

Piensa en esto:

·         ¿En qué o en quiénes has estado dependiendo para satisfacer tu necesidad de ser amado? 
  
·         ¿Tus malas experiencias con la gente, te han nublado tu manera de ver o aceptar el amor de Dios? 

·          ¿Cuál es la necesidad que tienes hoy y que sólo el amor de Dios puede  satisfacer?


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