Ayer vimos lo que es ser una persona
necia, y también vimos que lo opuesto a ser necio, es ser sabio. Hoy veremos
como podemos ser sabios.
La carta universal de Santiago dice:
“Si a alguno de ustedes
le falta sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará, pues Dios da a todos
generosamente sin menospreciar a nadie.6 Pero que
pida con fe, sin dudar, porque quien duda es como las olas del mar, agitadas y
llevadas de un lado a otro por el viento”. (Santiago 1:5-6 NVI)
Aprendimos ayer que ser necio o ser sabio
NO depende de tu coeficiente intelectual ni de los conocimientos que hayas
adquirido a lo largo de toda tu vida, pues el Señor Jesús hablo de que tanto un
hombre sabio como un hombre necio tuvieron los conocimientos suficientes para
construir una casa; el sabio sobre la roca y el necio sobre la arena. Esto nos
indica muy claramente que SABIDURIA no es conocimiento. El conocimiento se
adquiere estudiando y capacitándote en escuelas, institutos y universidades.
La sabiduría la adquirimos cuando le pedimos a Dios que él sea nuestra fuente de toda sabiduría. En el primer
libro de los reyes, el rey mas sabio que ha existido, el rey Salomón le dice a
Dios: "Da, pues, a tu siervo corazón
entendido para juzgar a tu pueblo, y para discernir entre lo bueno y lo malo;
porque ¿quién podrá gobernar este tu pueblo tan grande?"(1 Reyes 3:9)
Dios ofrece sabiduría
práctica para aplicarla a la vida cotidiana. Esta sabiduría se encuentra en la
Biblia: "¡Cuánto amo yo tu ley! Todo el día medito en ella. Tus
mandamientos me hacen más sabio que mis enemigos porque me pertenecen para
siempre". (Salmo
119:97-98)
Confía en Dios; él te
hará verdaderamente sabio. Salomón escribió en sus proverbios: "El principio de la sabiduría es el temor
de Jehová; los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza". (Proverbios 1:7)
Sabiduría es la
habilidad de ver la vida desde la perspectiva divina, verla con los ojos que
Dios la ve, y luego escoger la mejor forma de actuar. Salomón también escribió:
“¿Quién como el sabio? ¿Quién conoce las respuestas? La sabiduría
del hombre hace que resplandezca su rostro y se ablanden sus facciones” (Eclesiastés 8:1)
Llegamos a ser más
sabios cuando somos más parecidos a Cristo. El evangelio de Lucas dice: "Y el niño crecía y se fortalecía, y se
llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios esa sobre él". (Lucas 2:40).
La verdadera
sabiduría no viene de las filosofías, ni de la ciencia, ni de las ideas humanas. San
Pablo escribió a los cristianos que vivían en la ciudad de Colosas, "Mirad que nadie os engañe por medio de
filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a
los rudimentos del mundo, y no según Cristo". (Colosenses 2:8).
Sabiendo Dios lo
importante que es tener sabiduría para poder vivir y alcanzar nuestra realización
como hijos de Dios con un propósito definido para nuestra vida, El nos indica
que la forma de adquirir sabiduría; ¡ES PIDIENDOSELA A DIOS!.
Y tu querid@ amig@, ¿quieres ser sabio en la
vida?... pídesela al Señor. Lee su Palabra escrita, La Biblia, y empezaras a
ser más sabio cada día.
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