“Y la palabra de Dios se difundía: el número de los discípulos
aumentaba considerablemente en Jerusalén, e incluso muchos de los sacerdotes
obedecían a la fe” (Hechos 6:7 NVI).
“Cuando llegó a Jerusalén, trataba de juntarse con los discípulos,
pero todos tenían miedo de él, porque no creían que de veras fuera discípulo”.
(Hechos 9:26 NVI)
“Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones,
bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”, (Mateo28:19)
El término ‘cristianos’ les fue puesto por
los gentiles, o sea los que no creían en Jesús como el Hijo de Dios, muerto y
resucitado (Hechos 11:26 y 26:28; 1 Pedro 4:16). Este término fue inicialmente
usado con la idea de ‘marcar’ a los que se comportaban diferentes a los demás,
y decían que seguían las enseñanzas de Jesús de Nazaret. Al grado que el rey
Agripa le dice a Pablo “—¿Acaso
piensas que puedes persuadirme para que me convierta en cristiano en tan poco
tiempo?” . Agripa menciona el adjetivo ‘cristiano’, no como una cualidad, mas bien su
expresión denota que lo califica casi como un defecto.
Pero casualmente, la palabra que ha creado
más controversia desde hace 20 siglos es esta misma: CRISTIANO. ¿Algunas ves te
han preguntado si eres cristiano?
Recuerdo cuando era adolescente le
pregunte a un hojalatero que trabajaba cerca del mercado de Portales en la
Ciudad de México: ¿Es usted cristiano? Y el me respondió: ¿Qué acaso soy un
perro?, claro que soy cristiano chamaco #@%*&.
El ser o no ser cristiano tiene una gama
infinita de definiciones y connotaciones, como: “Si pero yo creo en…”, Si, pero
yo asisto a…”, Si, pero yo practico…”. Y lo mas peculiar del asunto es que
nuestro Señor Jesucristo NO nos invito a ser cristianos; El nos invito a ser sus
discípulos.
Un discípulo es un ‘aprendiz, un ‘alumno’,
un estudiante, un seguidor del Maestro. Ser un discípulo de Jesús es estar
totalmente comprometidos con las enseñanzas del Maestro, y estas enseñanzas no
se refieren a tu forma de hablar, vestir, caminar; se refieren a tu forma de
sentir, de pensar y de amar. Las enseñanzas de Jesucristo, nos muestran la
forma de ver la vida con los mismos ojos que Jesús la vio, mostrándonos que lo
que realmente cuenta y lo que de verdad ve nuestro Señor, son las intenciones
de tu corazón; tus actos solo serán la consecuencia de estas intenciones.
Ser cristiano en la antigüedad solo requería
que te comportaras de una manera determinada, que hablaras y actuaras conforme
a lo que los primeros ‘cristianos’ que convivieron con Jesús hacían, cosa que
se podía aprender e imitar. PERO ser un discípulo de Jesús, es comprometerte a
Cristo desde lo mas profundo y recóndito de tu ser, generando esto una
comportamiento acorde a tu sentir, sin fingimientos, ni pesar, ni dolor, ni
pena, ni arrepentimiento, pues solo se estará viendo en tu exterior lo que
verdaderamente eres en tu interior.
Jesucristo en ‘La gran comisión’, NO nos manda
a hacer cristianos, nos ordena a ir a las naciones a hacer DISCIPULOS de el.
Y tu mi querida amiga; ¿eres solo
cristiana o también eres discípulo de Jesús?
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