viernes, junio 01, 2012

No Pierdas El Tiempo Lamentándote


 
“Ponla mirada en lo que tienes delante;  fija la vista en lo que está frente ati.” (Proverbios 4:25 NVI)

no tienes que andar con una pesada carga de culpabilidad sobre ti. El Apóstol Pablo dice: " por cuanto todospecaron y no alcanzan la gloria de Dios,  siendo justificados gratuitamente por su gracia por medio de la redención que es en Cristo Jesús," (Romanos3:23-24 LBA).

Dios quiere perdonarte. Imagínate un pizarrón gigante con todos tus pecados escritos en este, y a Dios con un borrador gigante borrándolos todos. Es como apretar el botón de “delete” en tu computadora, lo presionas y todo lo que estaba en la pantalla desaparecerá. El perdón de Dios es de la misma manera, y eso es una magnifica noticia, ¿no?

Pero tenemos que aceptar el perdón de Dios para ser perdonados. Podemos saber sobre el perdón de Dios intelectualmente, pero tenemos que creerlo, en el fondo, aceptar por fe que es verdad --- ¡porque lo es!


Una cosa que muchas veces nos impide aceptar el perdón de Dios es que no somos capaces de perdonarnos a nosotros mismos. Tú tienes que perdonarte a ti mismopor tus fracasos pasados ​​y pecados,por los malos hábitos y las obsesiones que te llevaron a pecar. ¡Perdónate a timismo! Dios nos enseña: "Mira hacia adelante con sincera confianza, no agachestu cabeza por vergüenza" (Proverbios 4:25 TTEV).

¿Alguna vez has cometido un pecado y le has pedido a Dios que te perdone, y aunque sabes que te ha perdonado, todavía te sientes mal? ¿Qué haces en esa situación?¿Vas a volver y pedirle que te perdone otra vez? ¿Teconfiesas una y otra vez?

No.Tu sólo tienes que confesar tu pecado una sola y única vez, y eres perdonado. Pero puede que tengas que perdonarte a ti mismo un centenar de veces y decírtelo una y otra vez hasta que se te quede grabado en lo mas profundo de tu ser: "Dios ya me perdono. Se acabó."

Sin embargo, nos gusta seguir recordándole a Dios acerca de las cosas que el ya olvido. Alguien le preguntó una vez Eleanor Roosevelt, "¿Cómo logro hacer tanto en su vida?" Ella respondió: "Nunca perdí el tiempo lamentándome."

No pierdas el tiempo con tus remordimientos. Acepta el perdónde Dios, y perdónate a ti mismo.

Medita en esto:

¿Qué es lo que tiene que perdonarte a tí mismo?

Y si Dios cuando te perdona, no vuelve a recordar tus pecados, y te pone ante sus ojos como si nunca hubieras pecado; ¿Quién crees que eres tu para recordar y traer a tu memoria lo que ni Dios recuerda ya?   

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