martes, junio 26, 2012

¿Sabes lo que es el Mantenimiento de tu Salvación?


Ayer vimos que somos REDIMIDOS solamente por lo que hizo Jesucristo en la cruz, ni lo mas grande que pudiéramos hacer serviría absolutamente para nada para obtener nuestra REDENCION, esta salvación en Cristo la obtenemos solo y únicamente por lo que hizo Cristo en la cruz del Calvario. Esta REDNCION esta estrechamente relacionada con nuestra vida pasada, con nuestros pecados cometidos hasta el instante que aceptamos a JESUS como nuestro Señor y Salvador.

A partir de ese momento, nos convertimos en hijos de Dios por el sacrificio de Cristo, pasamos a ser de la familia de Dios, y TODOS los pecados que habíamos cometido hasta ese momento, quedan pagados, quedan borrados con la sangre de Cristo en la cruz.

De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí, son hechas nuevas.” (2  Cor. 5:17 LBLA)

A partir de este momento se inicia lo que llamaremos ‘el mantenimiento de nuestra salvación’. En las instrucciones de Dios al pueblo de Israel con referencia a la Consagración de Aaron y sus hijos como sacerdotes de Dios en el Tabernáculo de Moisés (Levítico 8), Dios da instrucciones precisas para su Consagrarlos como Sacerdotes del Altísimo, y cabe señalar que esta Consagración se hacia una sola vez en la vida de cada sacerdote. De la misma manera que nosotros aceptamos a Jesucristo como nuestro Señor y Salvador una sola vez en nuestra vida, y nos convertíos en sacerdotes para Dios. 

y de Jesucristo, el testigo fiel, primogénito de entre los muertos y soberano de los reyes de la tierra. Él nos amó; con su sangre nos lavó de nuestros pecados,  y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre. Por eso, a él sea dada la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén.” (Apoc. 1:5-6 RVC)

Ahora bien, el Sacerdote una vez consagrado, SIEMPRE seguiría siendo sacerdote del Dios Altísimo, hasta su muerte; y cada ocasión que entrara al Tabernáculo, al Lugar Santo y al Lugar Santísimo, se tenia que lavar en la fuente o estanque de bronce para no morir al estar en la presencia de Dios.

Para que no mueran, ellos deberán lavarse con agua al entrar en el tabernáculo de reunión, y cuando se acerquen al altar para ministrar y quemar la ofrenda encendida en honor del Señor.  Deberán lavarse las manos y los pies, para que no mueran. Esto será un estatuto perpetuo para Aarón y su descendencia, por todas las generaciones” (Éxodo 30:20-21 RVC)

Nosotros, al ser REDIMIDOS por Jesucristo, somos hechos sacerdotes de Dios, y solo necesitaremos lavarnos y limpiarnos para estar presentables ante nuestro Señor. El mismo Jesús dijo a sus discípulos acerca de esto:

—El que ya se ha bañado no necesita lavarse más que los pies —le contestó Jesús—; pues ya todo su cuerpo está limpio. Y ustedes ya están limpios, aunque no todos.” (Juan 13:10 NVI)

Tu y yo, somos REDIMIDOS por la sangre de Jesucristo derramada en la Cruz del Calvario, PERO, sabemos que no somos perfectos, sabemos que nuestros pecados anteriores has quedado totalmente borrados; ¿pero y los de hoy?... Es ahí donde entra el ‘MANTENIMINETO DE NUESTRA SALVACION’, lavándonos a diario en la sangre del Cordero; el Apóstol Juan escribe a los cristianos de su época (hijitos míos) de la siguiente manera:

Hijitos míos, os escribo estas cosas para que no pequéis. Y si alguno peca, Abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo.” (1 Juan 2:1 LBLA)

La gran diferencia entre esta oración y la que hicimos cuando aceptamos a Jesús como nuestro Señor y Salvador, es que esta oración es entre Padre en hijo, teniendo a nuestro Hermano mayor, Jesús, intercediendo ante nuestro Padre por cada uno de nosotros.

Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios,” (Efesios 2:19RV)

Cada día, cada hora, en cada ‘regada’ que des, tienes la oportunidad y privilegio de ir espiritualmente a la fuente de bronce a lavarte de los errores y equivocaciones que has cometido. Yo te lo digo por experiencia; que gran bendición es poder alejarte unos minutos de la situación adversa y pedirle a nuestro Señor que te limpie, que te lave de la tremenda metida de pata que acabas de hacer, de la inmensa atrocidad que acabas de cometer… Yo lo he hecho, y de verdad sientes como la paz de Cristo viene a tu ser.

Pues ustedes no han recibido un espíritu que los esclavice nuevamente al miedo, sino que han recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! [Que significa “papacito”]  (Romanos 8:15 RVC)

Y lo que no tiene palabras para expresarse, es la confianza que nos entrego Jesucristo para hablarle a Dios como nuestro papá amado… diciéndole: “papacito”

01. Marcos Barrientos - Abba Padre  

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