Saca Tu Enojo De Manera Apropiada

"Si se enojan, no permitan que eso los haga pecar…" (Efesios 4:26a TLA)

Hay maneras útiles y maneras perjudiciales de liberar tu ira y enojo. Por ejemplo, a veces preferimos seguir enojados en lugar de admitir nuestro enojo e ira. Alguna ocasión al ver a tu esposa muy seria y con el rostro fruncido; le has preguntado ¿Qué tienes? Y solo te responde ¡nada! Sin embargo, la Biblia dice que estar enojado y no admitirlo es una mentira  - y eso es un pecado.

Ten en cuenta lo siguiente: La ira no es necesariamente mala. Sólo se convierte en mala si la liberas de una manera inapropiada o destructiva. La mayoría de nosotros aprendimos a expresar nuestro enojo cuando teníamos 2 o 3 años de edad; y todavía, aunque ya seamos adultos,  seguimos expresando nuestro enojo de la misma manera. No hace falta decir que esto simple y sencillamente no funciona.

La mayoría de las personas expresan su ira de manera tal que terminan muy lejos de la meta que tenían antes de que se enojaran. El enojo y la ira que se expresan inadecuadamente producen resultados totalmente contrarios a los resultados deseados. Explotar al enojarte con alguien, nunca producirá un cambio duradero, sino que sólo producirá más ira y aislamiento. Sabemos muy bien esto, y sin embargo todavía lo seguimos haciendo. 
  
La ira nunca es realmente la raíz del problema. La ira es generalmente el síntoma de una de tres cosas: dolor, miedo o frustración. Estas son las tres cosas que nos hacen enojar, y es por esto que siempre debemos detenernos y calmarnos.

Piensa en esto:

Entender el origen de tu enojo te ayudará a reaccionar de manera adecuada, para que tu ira no "te lleve a pecar" (Efesios 4:26). Cuando te detengas y te calmes (te enfríes), hazte las siguientes preguntas:

• ¿Estoy herido?
• ¿Tengo miedo?
• ¿Me siento amenazado o siento que voy a perder algo de valor?
• ¿Estoy frustrado?