Hemos estado
estudiando como es nuestro ser trino, sus características y actividades; ahora
empezaremos a utilizar este conocimiento para descubrir como allegarnos al
Trono De Dios. Recordemos que en Ezquiel 36:26 Dios prometió: “'Además,
os daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de
vosotros”.
Antes de ser
redimidos o salvados por la sangre de Jesucristo, nuestro espíritu se
encontraba ‘dormido’, como si estuviera muerto, al aceptar a Jesús como nuestro
Señor y Salvador, el Señor nos dio un nuevo corazón, que es un nuevo espíritu,
porque el ESPIRITU DE DIOS entra a nuestro espíritu, despertándolo y haciéndolo
nacer de nuevo; por esto es nuevo, es renacido. Nuestro espíritu renacido esta
totalmente completo en Dios. Nuestro espíritu no crece, no cambia, solo renace,
y solo nace de nuevo por la presencia de Dios. El que crece es mi cuerpo, y mi
alma se renueva a diario en Dios.
Mi espíritu no
tiene género, nos es masculino ni femenino, de la misma manera como cuando Adán
existía solo en el Edén. Nuestra alma y obviamente nuestro cuerpo tienes
características específicas de género.
Dios nos diseño,
nos ‘cableo’ para que nuestro espíritu gobernara a nuestra alma, y nuestra alma
a nuestro cuerpo. Y así nuestro espíritu
debería de ser la autoridad en nuestras vidas, nuestra alma tomar las
decisiones y nuestro cuerpo ejecutar estas decisiones.
Cuando tu yo
aceptamos a Jesús como nuestro salvador, nacimos de nuevo, y nuestra alma
descubrió que había un nuevo jefe en ‘el pueblo’, que ya no podía hacer lo que
le placiera sin tener que darle cuentas a nadie, y que tanto ella como el
cuerpo tendrían que empezar otra forma de vida. Por supuesto que la resistencia
al cambio también esta presente en estos eventos.
Y haciendo una
analogía con el Templo de Jerusalén, o con el Tabernáculo en el desierto;
nuestro cuerpo es el equivalente a los atrios del templo. Nuestra alma seria el
equivalente al lugar santo, y nuestro espíritu seria el lugar santísimo, donde se
asienta la presencia de Dios.
Como ya hemos
visto las características especificas de nuestro espíritu, alma y cuerpo, ahora
estudiaremos como nos podemos relacionas con nuestro Dios en estas tres áreas
de nuestro ser, para ser cristianos de integridad; y por integridad me estoy
refiriendo a la integración de nuestro espíritu, alma y cuerpo.
Una condición
muy importante para esto, es la manera de atender todas las cosas relacionados
con Dios; ¿las atiende con prisa mientras te tomas apresuradamente una taza de
café antes de irte a trabajar?, ¿o tal vez lees estas líneas en tu teléfono
inteligente durante los comerciales de tu programa favorito en la TV?.. o a lo
mejor lo lees mientras vas manejando, ¡cuidado, puedes tener un accidente!, y
si así pasa, NO culpes al Señor.
“Todo
el día espero en ti; ¡enséñame a caminar en tu
verdad, pues tú eres mi Dios y salvador!” (Salmo 25:5 RVC)
El
rey David dedicaba todo el día para esperar en Dios y aprender a caminar en su
verdad. Y por supuesto que el rey Davis hacia muchísimas otras cosas mas, PERO
cuando decidía buscar a Dios y su guianza, le dedicaba todo el tiempo que esto
requiriera. Tu me dirás: “Pero tengo una vida con muchas obligaciones y
compromisos”, y yo te responderé: “No creo que mas compromisos que los de un
rey”, y el rey David disponía y separaba días completos para dedicarlos a Dios.
¿Como
eres tratándose de esperar? Si eres hombre y tienes hijos; ¿Cómo esperaste a
que naciera tu primer hijo, mientras tú esposa estaba en trabajo de parto?
Recuerdo
con muchísimo cariño a un jefe que tuve, alguien de quien aprendí muchísimo,
se llama Eduardo, y lo que mas recuerdo de sus enseñanzas es la de ‘esperar’.
De el aprendí esta virtud, la cual todavía hoy sigo desarrollando, porque la
verdad me cuesta mucho trabajo.
Piensa
en todo esto que te he comentado; porque el ambiente ideal y propicio para
acercarte al trono de Dios, es esperando en El, sin prisas ni premuras, es en el
silbo apacible donde Dios habita.
Seguiremos
mañana; y mientras tanto, escucha atentamente esta cancion, para que puedas conocer un poquito de lo que es estar en al presencia de Dios...
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