miércoles, junio 20, 2012

Resuelve El Conflicto Confesando Tu Parte


“» ¿Por qué te fijas en la astilla que tiene tu hermano en el ojo, y no le das importancia ala viga que está en el tuyo?  ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: "Déjame sacarte la astilla del ojo", cuando ahí tienes una viga en el tuyo?  ¡Hipócrita!, saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás con claridad para sacarla astilla del ojo de tu hermano”. (Mateo 7:3-5 NVI)

Cuando enfrentes un conflicto, en lugar de acusar, culpar o atacar a otras personas, enfréntalo con humildad. Has esto así, incluso aunque el  90% sea culpa del otro. 

Todo el mundo tiene áreas oscuras. Nadie es perfecto y hay cosas que hacemos, y que no nos damos cuenta, pero sí que contribuyen a crear conflictos.

  Por lo tanto, antes de empezar a atacar y culpar a alguien mas, tienes que hacer una autoevaluación franca y preguntarte: "¿Cuánto de este conflicto es mi culpa?" Tienes que hacer un chequeo honesto y admitir tu parte de responsabilidad. Cuando veas que hiciste mal, admítelo.

 Y cuando tengas la razón, ¡cállatelo!

Se honesto contigo mismo. Jesús te dice que mires lo que está en tu propio ojo primero, y esto te ayudará a ver con claridad el conflicto.

 Pregúntate: "¿Estoy siendo poco realista? ¿Estoy siendo insensible? ¿Estoy siendo demasiado sensible? ¿Estoy siendo demasiado exigente? ¿Estoy siendo mal agradecido?

 En las estadísticas actuales, la causa (excusa) número uno en un divorcio es: "Somos incompatibles" La Biblia enseña que dos personas pueden amarse mutuamente, ¡si ambos crecen y maduran!

 Pero nuestra naturaleza humana es egoísta y obstinada, ¡poco dispuesta a cambiar! Las relaciones se mueren principalmente por la falta de flexibilidad, mas que por cualquier otra cosa

 La Biblia enseña que debemos manejarnos con humildad. ¿Cómo puedes romper el estancamiento en un conflicto? Diciendo: "Lo siento, yo sólo estaba pensando en mí mismo."

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