lunes, junio 25, 2012

Si murieras hoy; ¿donde pasarías la eternidad?

Me he topado con algunos cristianos, entregados al Señor, viviendo vidas esforzadas y de bien; pero cuando les pregunto que si murieran en ese preciso instante, ¿A dónde pasarían la eternidad?... y su insólita respuestas es: ¡NO LO SE!

Por esta razón, hoy iniciaremos nuestra platica a este respecto, en los siguientes 3 días veremos lo que es la REDENCION, la LIMPIEZA y la JUSTIFICACION

NUESTRA REDENCION:

Hubo un momento en tu vida, en que te diste cuenta de que necesitabas un Salvador, porque la Biblia dice que TODOS hemos pecado, y ya que la paga del pecado es muerte, necesitábamos ‘alguien’ que pagara nuestra sentencia de muerte, alguien que nos redimiera de este pecado y su sentencia

pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios,” (Romanos 3:23 NVI)

Porque la paga del pecado es muerte, mientras que la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, nuestro Señor.” (Romanos 6:23 NVI)

Y ese ‘alguien’ que ocupara nuestro lugar en esta sentencia de muerte, tenía que ser ‘alguien’ que no tuviera la misma sentencia de muerte sobre su cabeza; esto es, que nunca hubiera pecado. Y como la Biblia dice que TODOS los humanos hemos pecado, ese ‘alguien’ solo podría ser el mismísimo Hijo de Dios, encarnado y nacido de la Virgen María. Por esto, Dios Padre envío a su Hijo unigénito a esta Tierra, para que sin haber cometido pecado, muriera en la cruz, y el Padre aceptara esa muerte en pago de los pecados de todos nosotros.

“»Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.” (Juan 3:16 NVI)

La palabra redimir significa “comprar.” El término era usado específicamente con referencia al pago de la libertad de un esclavo. La aplicación de este término a la muerte de Cristo en la cruz, significa exactamente eso. Si somos “redimidos,” entonces nuestra condición previa era la de esclavitud. Dios ha pagado nuestra libertad, y ya no estamos bajo la esclavitud del pecado o de la ley del Antiguo Testamento. Este uso metafórico de la redención es la enseñanza de la carta de Pablo a los Gálatas:

Cristo nos rescató de la maldición de la ley al hacerse maldición por nosotros, pues está escrito: «Maldito todo el que es colgado de un madero.»” (Gálatas 3:13 NVI)

“para rescatar a los que estaban bajo la ley, a fin de que fuéramos adoptados como hijos”. (Gálatas 4:5 NVI)

En el antiguo tiempo, antes de la crucifixión de Jesucristo, Dios requería que cada año, el Sumo Sacerdote de Israel, oficiara el ritual de trasladar todos los pecados del pueblo de Israel a un macho cabrio, para llevarlo al desierto y que ahí muriera. Cada año se tenia que repetir lo mismo, porque este ritual solo los alcanzaba parcialmente.  

“ y pondrá Aarón sus dos manos sobre la cabeza del macho cabrío vivo, y confesará sobre él todas las iniquidades de los hijos de Israel, todas sus rebeliones y todos sus pecados, poniéndolos así sobre la cabeza del macho cabrío, y lo enviará al desierto por mano de un hombre destinado para esto” (Levítico 16:21)

Cuando Jesucristo murió por nuestros pecados, lo hizo UNA VEZ Y PARA SIEMPRE. Ya no se requerirá de hacerlo anualmente, al aceptar a Jesús como tu único y suficiente salvador, el entra en tu vida, entra a tu corazón y ahí se queda para siempre

Porque Cristo murió por los pecados una vez por todas, el justo por los injustos, a fin de llevarlos a ustedes a Dios. Él sufrió la muerte en su cuerpo, pero el Espíritu hizo que volviera a la vida” (1 Pedro 3:18 NVI)

Jesucristo promete que si abres la puerta de tu corazón y aceptas que murió en tu lugar, el entrara a tu vida y ahí se quedara. Jesús se asentara en tu espíritu  inmortal.

Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré, y cenaré con él, y él conmigo.” (Apoc. 3:20 NVI)

Cuando aceptas a Jesús como tu único y suficiente Salvador, Jesucristo entra a tu vida, te hace una nueva criatura y no sale de tu corazón. Eso es ser REDIMIDO por Cristo.

Mañana veremos lo que es LA LIMPIEZA. Una vez que has sido REDIMIDO, tu salvación permanece en ti, ya no necesitas pedirle de nuevo al Señor Jesús que te salve, porque ya eres de la familia de Dios. Eres exactamente como el hijo de tus padres, sin importar donde te encuentres y lo que hagas, siempre serás hijo de tus padres, y nada cambiara ese hecho. Podrás ser como el hijo prodigo, en el autoexilio y pasando penurias por tu propio gusto… pero si perder el estatus de hijo.

También existe el mantenimiento de nuestra Salvación,  mantenimiento que se hace mediante la LIMPIEZA de tus pecados….

Pero eso, lo veremos mañana.



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