Ayer vimos un ejemplo práctico de la Perfecta
Voluntad de Dios (Num. 22:12), y también de la Voluntad Permisiva de Dios (Num.
22:35). Dios no cambio su punto de vista o voluntad, pero como Dios es un Padre
amoroso, y respeta nuestro libre albedrío, que es nuestra propia capacidad de
decidir, el nos muestra lo que el, como Dios, ha preparado para nosotros en
especial, pero si no queremos caminar por ese sendero, de todas maneras nos acompañara;
aunque lleguemos a un lugar diferente al que Dios había planeado y soñado
llevarnos.
La Voluntad de Dios es siempre una puerta
abierta, si tienes que empujar con todas tus fuerzas una puerta, para que se
abra en medio de rechinidos y temblores, entonces esa puerta no es la voluntad
de Dios.
“Por tanto, no sean insensatos, sino entiendan cuál es la voluntad
del Señor.” (Efe. 5:17 NVI)
La Voluntad de Dios la podemos encontrar a
través de las circunstancias que se nos presenten en la vida y por medio de sueños,
busca la puerta abierta, no la fuerces para abrirla; Cuando Dios te allana el
camino, no tienes más que moverte y cruzar la puerta. Ahora bien, existen
principios básicos para saber si una puerta francamente abierta ante ti es la
Voluntad de Dios, que es el conocer la Palabra de Dios. Si una puerta abierta
te lleva a hacer algo en contra de lo que el Señor enseña en su Palabra
---robar, matar, adulterar, mentir--- definitivamente NO es la voluntad de Dios,
PERO no temas a seguir su voluntad a pesar de que ‘se vea o suene’ arriesgado y
peligroso. Ejemplo de esto fue el encarcelamiento de San Pablo, por el cual,
hoy podemos tener todas las cartas que San Pablo escribió a las iglesias, por
no poder ir a visitarlas, ya que estaba preso; aunque no la comprendía, la
aceptaba. Bendita prisión de San Pablo, que no permite leer sus maravillosas cartas
doctrinales.
“den gracias a Dios en toda situación, porque
esta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús”. (1 Tes. 5:18 NVI)
El medio en el que Dios se mueve en tu
vida para irte mostrando diariamente su voluntad, son los frutos del espíritu,
pues estos van de la mano con tus circunstancias diarias. Esto es; a diario te
toparas con situaciones y circunstancias inesperadas, ante las cuales tú puedes
reaccionar con los frutos del espíritu o con los frutos de tu carne, y esto
solo dependerá de ti. De esta reacción, se generaran otras acciones en
consecuencia, las cuales te pueden colocar directamente en el camino de la
voluntad de Dios, o si reaccionas carnalmente, te podrán alejar muchísimo de
ella.
Prueba, juzga, examina cada circunstancia
que se te presente, entre mas inesperada sea, mas probable será que Dios esta detrás
de esto. Dios nos habla por medio de similitudes (parábolas), por medio de
impresiones, que pueden ser imágenes o sonidos e incluso olores, que al
percibirlos sientes mucha mas que solo una percepción, prácticamente sentimos
que nos esta hablando y nos dice algo con esto. ¿Alguna ves has percibido una
fragancia que te recuerda algo muy claramente, y al acordarte te viene la convicción
a tu corazón de que tienes que buscar a la persona de quien te acordaste y ‘arreglar’
algo inconcluso?... ¡Esa es la voluntad de Dios!
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