sábado, junio 09, 2012

El Mal Genio Es Contagioso


"No te hagas amigo de gente violenta, ni te juntes con los iracundos,  no sea que aprendas sus malas costumbres y tú mismo caigas en la trampa." (Proverbios 22:24-25 NVI)

¿La ira es contagiosa? Sí. ¿Te puedes infectar por el enojo de alguien más? Por supuesto. Has estado alguna vez en una situación en la que alguien más levanta la voz alta, y tu también lo haces? ¿Qué es lo que sucede? Hay una transferencia de energía. Y esta es contagiosa.

Si estas en serio en lo de cambiar tu estilo de vida tan arraigado a ti, y que  habitualmente esta lleno de cólera inapropiada, entonces lo que necesitas empezar a hacer, es convivir y frecuentar a otras personas que sepan cómo manejar y controlar su ira y enojo. Esa es una de las ventajas de ser parte de una iglesia. Es por esto que creo que es bueno el unirse a una iglesia y participar en un grupo pequeño de amigos cristianos: Porque retomaras valores positivos.

Los métodos que utilizamos para expresar nuestro enojo son aprendidos. Y debido a que los aprendiste, también los puedes desaprender. Los padres, cada vez que explotamos y perdemos la calma, estamos modelando la ira descontrolada en nuestros hijos. Les estamos enseñando, y ellos están aprendiendo.

¿Te gustaría hacer esta oración?

"Querido Dios, estoy firmemente decidido a controlar mi ira. Hoy, con tu ayuda, voy a tomar el control de mi temperamento. He caído y fallado en el pasado, pero hoy hago un nuevo compromiso. Ayúdame a darme cuenta del costo de mi ira, que ocasiona que argumente y cometa errores, y me hace hacer cosas absurdas y tontas que me meten en todo tipo de problemas.

"Padre, ayúdame a reflexionar antes de reaccionar, para tener sabiduría y preguntarme: '¿Por qué estoy enojado? ¿Qué es lo que realmente quiero? ¿Cómo puedo conseguirlo? Ayúdame a ver las causas reales detrás de mi ira. Ayúdame a liberar mi enojo de manera apropiada, y ya no más a través de la violencia, gritos, malas caras, o simplemente callado con cara de pocos amigos ahogándome en rencor. Ayúdame a reconocerlo, admitirlo y confesártelo a ti, a los demás ya mí mismo. Amén. " 

Te pregunto:

¿Cómo has permitido que las relaciones y convivencia con las personas equivocadas afecten tu forma de controlar tu temperamento?

Cuando estabas creciendo, ¿cómo aprendiste a expresar tu enojo? ¿Estás pasando esos mismos métodos a tus hijos?

No hay comentarios:

Publicar un comentario