miércoles, mayo 09, 2012

Proceso de Maduración (8 de 9) “Añade al afecto fraternal la PLENITUD DEL AMOR”

“Por lo tanto no dejéis de esforzaros en añadir a vuestra fe la buena conducta, a la buena conducta el conocimiento de la voluntad de Dios,  al conocimiento de la voluntad de Dios el dominio propio, al dominio propio la paciencia, a la paciencia la piedad, a la piedad el afecto fraternal, y al afecto fraternal la plenitud del amor.  Si en todos y cada uno de vosotros están y prosperan estas virtudes, no resultará vano e infructuoso el conocimiento que ya habéis alcanzado de nuestro Señor Jesucristo.  En cambio, el que carece de ellas es una persona corta de vista. Más aún, es como un ciego que anda a tientas, sin recordar que fue purificado de sus pecados para vivir limpiamente delante del Señor.  Por eso, hermanos míos, procurad poner de manifiesto con vuestra vida y conducta el hecho firme de que Dios os ha elegido y llamado. Así nunca caeréis,(2 Pedro1:5­10 CST)

Hemos visto como Pedro nos indica que la FE que cada uno tenemos nos fue dada por Dios, y Pedro nos pide que usemos esa FE como una plataforma para que desarrollemos una BUENA CONDUCTA (virtud), adquiramos CONOCIMIENTO, nos impongamos DOMINIO PROPIO, incrementemos nuestra PACIENCIA (perseverancia), busquemos la PIEDAD (sumisión a Dios), desarrollemos el AFECTO FRATERNAL; y finalmente nos pide encarecidamente que hagamos todo lo posible por añadir a nuestra FE, LA PLENITUD DEL AMOR.

Hemos estudiado en semanas anteriores lo que es el AMOR, basándonos en la piedra angular que es: “Dios es amor” (1 Juan 4:16); por lo que en esta ocasión no profundizaremos en la definición exacta de lo que es el amor (en estudios posteriores lo veremos), hoy aprovecharemos para hablar del hecho de que el amar así como el odiar es una decisión que uno toma.  

Se ha hablado, escrito y hasta filmado acerca del amor a primera vista, de la pareja que se ven de un andén al otro en la estación del metro y ‘son flechados’ para vivir eternamente enamorados… La verdad a mi todavía no me ha tocado conocer un caso así, pero si puedo decirte que cuando yo conocí a mi esposa, me impresiono su rostro, su forma callada de ser (no ha cambiado), su cabello, su cuerpo,… bueno, me impresiono toda ella. La seguí tratando, conociendo más, y 8 años después de haberla visto por primera vez me case con ella. 

De esto ya pasaron más de 3 décadas. Si me preguntas cuando pase de la atracción al amor por ella, no te lo sabría decir, pero fue después del cuarto año de haberla conocido, cuando ya tuve el conocimiento y experiencia de su forma de ser y de pensar, después de haber conocido más a fondo a su familia y demás, decidí enamorarme totalmente de ella, y me di cuenta de que yo quería que ella fuera mi compañera para todo el resto de mi vida. Al día de hoy no me arrepiento, pues de verdad no creo que otra persona me pudiera haber hechor tan feliz como lo hace ella.

Les cuento esto para mostrarles que yo tome la decisión de amarla totalmente, y es aquí donde mi experiencia con ella me hace ‘match’ con lo que Pedro nos pide que hagamos. Nos dice: “añadan a todo lo anterior, su PLENITUD DE AMOR”. Si hay ocasiones en las que no sientes amar a personas ‘difíciles’ porque ‘no te nace hacerlo’’, yo te diría como la madre de un amigo mío le dijo cuando era joven y le respondió así a su madre, diciendole su mama lo siguiente: ‘pues que te vaya naciendo antes de que te reviente un revés en el lomo’. 

 El amar a tus hermanos y hermanas, a tus primos (incluso a los fregones), a tus tíos (y también al tío simpatías), a tus vecinos, a tus compañeros de escuela y trabajo y en esencia a todos con los que convives, NO es algo que ‘te nazca hacerlo’, es algo que tienes que desarrollar, poner en tu vida, trabajar para ello. Busca a como de lugar llenar tus relaciones con los demás con la PLENITUD DEL AMOR. 

Ahora, esto no significa que tengas que comer en el mismo plato con ellos, o que tengas que convivir a diario con ellos; lo que significa es que en tu corazón habrá tal sentimiento de aprecio y amor hacia esas personas, que cuando los veas, saludes o sepas de ellos, sientas el verdadero y genuino amor, que te llevara a “tratarlos como tu quisieras que te traten a ti” (Lucas 6:31) 

¿Difícil? ¡Claro que si!... ¿Imposible? ¡NUNCA!... Pero la decisión es solo tuya.


Top of Form

Bottom of Form


No hay comentarios:

Publicar un comentario