martes, mayo 22, 2012

El propósito del Pentecostés


“Porque es imposible que los que una vez fueron iluminados y gustaron del don celestial, y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo,” (Hebreos 6:4 RVC)

Jesucristo hablo a sus discípulos acerca del Espíritu Santo, indicando que el Padre lo enviaría en el nombre de Jesús para enseñar y para recordarles lo que Jesús les había hablado durante su vida en esta tierra.

Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, El os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que os he dicho.” (Juan 14:26 LBLA)

El Espíritu Santo o Espíritu de Dios se encuentra presente en la Biblia desde el principio en Génesis 1:2b y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas”
A lo largo de toda la Biblia vemos la presencia del Espíritu Santo, también mencionados como el Espíritu de Dios.

El día del Pentecostés el Espíritu Santo vino a este mundo enviado por el Padre, en el nombre de Jesús, para estar TODO el tiempo con nosotros. El Espíritu Santo vino a este mundo y se encuentra en el, con TODO su poder. El Espíritu Santo, es la puerta de entrada al mundo del poder sobrenatural de Dios.

Todo el libros de los Hechos de los Apóstoles en la Biblia, nos da cuentas de este poder milagroso en los discípulos y cristianos de esa época. Este libro de los Hechos, NO termina como los otros libros de la Biblia, no tiene una despedida ni un final, en Hechos 28:31 predicando el reino de Dios, y enseñando todo lo concerniente al Señor Jesucristo con toda libertad, sin estorbo.”. Y ¿sabes por que no tiene final?... ¡Porque aun se sigue escribiendo!, HOY se esta escribiendo con lo que tu haces por el Reino de Dios.

Dios quiere investirte, empoderarte, llenarte con ese poder, para que hagas más grandes maravillas de lo que se han visto:

“De cierto, de cierto les digo: El que cree en mí, hará también las obras que yo hago; y aun mayores obras hará, porque yo voy al Padre”.  (Juan 14:12 RVC)

Pero cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder” (Hechos 1:8a NVI)

Desde los registros mas antiguos de la raza humana, la principal búsqueda del hombre es el PODER , y son capaces de todo por obtenerlo, matan, traicionan, se envilecen con tal de obtener el poder; PERO no se dan cuenta de que el poder mas grande de todo el universo, se encuentra al alcance del hombre que lo quiere para honrar a Jesucristo, para que todo lo que se haga con ese poder, le de toda la honra la gloria y la alabanza a Jesús, nuestro Señor y salvador.

“Además, el Espíritu Santo nos ayuda en nuestra debilidad. Por ejemplo, nosotros no sabemos qué quiere Dios que le pidamos en oración, pero el Espíritu Santo ora por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras.  Y el Padre, quien conoce cada corazón, sabe lo que el Espíritu dice, porque el Espíritu intercede por nosotros, los creyentes,  en armonía con la voluntad de Dios.” (Romanos 8:26-27 NTV)

Una vida enmarcada por la oración diaria, SOLO puede obtenerse mediante la presencia del Espíritu Santo en tu vida. En este caso, incluso nuestras vidas serán un instrumento de intercesión por otros, hasta cuando nos encontremos dormidos, porque el Espíritu Santo se encontrara orando por nosotros: Yo dormía, pero mi corazón velaba,” (Cantares 5:2 a RVC).

El CRISTIANISMO es una REVELACION, no un conocimiento o una religión; y el REVELADOR es el ESPIRITU SANTO


Pero cuando venga el Espíritu de la verdad, él los guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta sino que dirá sólo lo que oiga y les anunciará las cosas por venir.  Él me glorificará porque tomará de lo mío y se lo dará a conocer a ustedes.  Todo cuanto tiene el Padre es mío. Por eso les dije que el Espíritu tomará de lo mío y se lo dará a conocer a ustedes.  »Dentro de poco ya no me verán; pero un poco después volverán a verme.” (Juan 16:13-16 NVI)

Que maravillosa revelación, de que el Espíritu Santo nos guiara a toda verdad, porque el nos dirá lo que escuche; ¿y de quien lo escuchara?... ¿de quien podra escuchar las cosas que sucederán?... ¡SOLO DE DIOS!

Mañana continuamos…


 

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