lunes, mayo 28, 2012

La Confesión Te Lleva A La Transformación



“— ¿Cómo te llamas? —le preguntó el hombre.—Me llamo Jacob —respondió. ” (Génesis 32:27 NVI)

Dios permite las crisis en la vida para llamar nuestra atención, y luego utiliza las crisis para desarrollar nuestro carácter. Una señal que nos indica que estamos cambiando es cuando confesamos que nosotros somos el problema. Dejamos de culpar a otras personas, y lo admitimos diciéndonos:  "Yo soy el problema en mi vida." Hasta que tú entiendas esto, no puede haber ningún cambio importante en tu vida. Este es el punto de inicio que Dios sabe que necesitamos.

Dios le pregunto a Jacob: "¿Cuál es tu nombre?" Esta es una pregunta muy extraña, porque Dios obviamente, ya conocía el nombre de Jacob. Tenemos que entender, que en las culturas antiguas, a las personas se les nombraba por su carácter —se le llamaba por lo que realmente eran. Su nombre podía ser Aburrido u Honesto, o también su nombre podía ser Valiente o Perezoso. Se les daba un nombre que los etiquetaba. No les ponían nombres que sonaran bien o que recordaran a personajes ilustres, sino que simplemente su nombre representa su carácter y forma de ser.

Y eso era el problema, ya que "Jacob" significa "engañador, manipulador, mentiroso." !Y Jacob le había hecho honor a su nombre a lo largo de su vida hasta ese momento! Cuando Jacob le responde:
"Mi nombre es Jacob", esto es una verdadera confesión. Él está admitiendo, "Yo soy un manipulador".

Aquí está el punto fino de esto: Nunca seremos capaces de cambiar hasta que de manera abierta, honesta y auténtica admitamos nuestro pecado, nuestras debilidades, nuestra culpa, nuestra fragilidad y nuestros defectos de carácter; confesando esto a nosotros mismos, a Dios, y a las otras personas que hemos afectado.

El simple y sencillo hecho de ofrecer disculpas  a las personas que hemos herido, es un acto de confesión, pues estaremos reconociendo que actuamos equivocadamente. 

Considera lo siguiente

  • ¿Qué crees que es necesario que admitas de ti mismo?
  •  ¿Ante quién tienes que admitir un pecado o debilidad, por las heridas que esto le ocasiono?

No hay comentarios:

Publicar un comentario