Ejemplo del crecimiento espiritual… Pablo, el primero de los pecadores (3 de 3).

Hemos visto como a lo largo de su vida, el apóstol Pablo va cambiando su opinión de si mismo, cambio que obedece a su crecimiento y madurez espiritual. “Entre mas conocemos a Jesús, mas pequeños nos sentimos junto a su majestuosidad”.

San Pablo escribió sus últimas 3 cartas antes de ser ejecutado a sus amigos y consiervos Tito y Timoteo; y escribe que su tiempo de ser ejecutado es inminente:

“Yo estoy ya a punto de ser sacrificado, y el tiempo de mi partida está cercano”. (2 Timoteo 4:6 RVC)

Y fue tan exacta su aseveración, que esta segunda y ultima carta de Pablo a Timoteo, no alcanzo a enviarla, y fue hallada donde se encontraba prisionero, escrita y lista para ser mandada.

Pablo de poco mas de 60 años, en esos momentos de su vida que sabia que su fin estaba cerca, había crecido muchísimo espiritualmente, había pasado muchas horas, días y semanas en la presencia misma de Dios, siendo guiado e instruido por el Espíritu Santo. Y una de sus últimas reflexiones con respecto a su posición personal en relación a la magnificencia del amor de Jesús, la escribe de la siguiente forma:

“Este mensaje es digno de crédito y merece ser aceptado por todos: que Cristo Jesús vino al mundo a salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero.” (1 Timoteo 1:15 NVI)

Esta evolución y crecimiento espiritual de Pablo que se inicio desde “EL PERFECTO PABLO”, pasando por “EL ULTIMO DE LOS APOSTLES” y terminando con “EL PRIMERO DE LOS PECADORES”, solo la podemos entender a la luz del efecto transformador de la presencia de Dios y al conocer mas a Jesucristo.

Nada puede iluminar más tu existir, que la luz radiante de nuestro Salvador. Entre mas lo conocemos, mas nos damos cuenta de que TODO lo que hacemos, no tiene nada que ver con la inmensa cantidad de amor que el nos tiene. Y si desde antes de que existiéramos ya nos amaba de esa manera, nada de lo que podramos hacer podrá evitar o disminuir su inmenso amor por ti.

Si no hiciste NADA para que Dios te amara tanto…

No podrás hacer NADA para que te deje de amar.