"De la misma manera que tu me diste una misión en el mundo, yo les doy una misión en el mundo." (Juan 17:18 TMSG)
Como padre, yo soy responsable de proteger a mis hijos mientras están creciendo, pero esto no significa que los protegeré de correr riesgos para la gloria de Dios.
Puedes estar siendo tan sobre-protector que no liberas a tus hijos emocionalmente o incluso físicamente para hacer lo que Dios quiere que ellos hagan.
Tu dices: "Claro, yo quiero que mis hijos sirvan a Dios, siempre y cuando regresen a cenar temprano", o dices: "Sí, quiero que mis hijos hagan lo que Dios quiere que hagan. Pueden seguir el plan y propósito de Dios para su vida, siempre y cuando los pueda ver a diario. Ellos pueden hacer lo que Dios les diga, siempre y cuando no sea algo peligroso, donde puedan salir heridos o muertos. "
Es natural que los padres no quieran que sus hijos salgan heridos. Pero déjame hacerte una pregunta muy franca: ¿Estás dispuesto a dejar que Dios sea Dios en las vidas de tus hijos?
O, ¿todavía estás tratando de ser Dios en sus vidas? Tienes que dejarlos ir, ¡suéltalos! He visto a algunos padres que tratan de controlar la vida de sus hijos, incluso aun después de casarse, sin embargo, la Biblia enseña que en el matrimonio, “ un hombre deja a su padre ya su madre y se une a su mujer, y serán una sola" (Génesis 2:24).
El punto es este: El plan de Dios para tus hijos es el crecer y abandonar el hogar, como padres, debemos enseñarles esto mientras que los tenemos bajo nuestro techo, para que entonces, en el momento adecuado, se vayan a cumplir los propósitos de Dios para su vida.
Jesús dijo: "De la misma manera que me diste una misión en el mundo, yo les doy una misión en el mundo" (Juan 17:18). El gran objetivo de la crianza de los hijos es finalmente dejarlos libres, soltarlos para que vuelen por ellos mismos. Desde el momento en que nacen, empieza a prepararlos para ser enviados en total libertad al mundo, no te aferres a ellos ni trates de controlar sus vidas por el resto de tu existencia.
Medita en lo siguiente:
- Piensa acerca de esta afirmación: El plan de Dios para los niños es el abandonar el hogar, y como padres, debemos enseñarles esto mientras que los tengamos cerca, que deberán de buscar cumplir los propósitos de Dios para su vida.
- ¿En que formas estas preparando a tus hijos para ser soltados en libertad en este mundo?
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