domingo, mayo 20, 2012

Al Orar, remóntate como con alas de águila.


La razón principal de la ORACION es la comunicación con tu Dios y Señor. NO es un formulario para exponer tus peticiones, no es una ventanilla para ir a recoger lo que necesitas; todo esto es secundario, porque lo principal es el conocer mas y mas a tu Señor y Salvador JESUS.

La ORACION no es un acto litúrgico que se tenga que hacer en un lugar específico, a una hora determinada y en una forma predeterminada; La ORACION debe de ser tan natural como el pensar, planear y recordar. ORAR es saber que Dios te escucha y le encanta que le cuentes todo de ti, no solo tus problemas y necesidades, sino también tus triunfos, anhelos, sueños y metas. 

¿Tienes a alguien que es tu mejor amigo?, ¿Cómo platicas con esta persona?, ¿De que platicas?... Puedes hacer exactamente lo mismo, pero con Dios; incluso es valido estar molesto y comentárselo a El, decirle que no entiendes lo que pasa y que ya estas hasta el copete… es muy valido, porque Dios es tu amigo y le gusta que le digas lo que sientes.

Un ejemplo grafico de la ORACION es la forma en que las águilas se dejan llevar por las corrientes de aire, que las elevan y llevan de una lugar a otro.

“En cambio, los que confían en el Señor encontrarán nuevas fuerzas;  volarán alto, como con alas de águila. Correrán y no se cansarán  caminarán y no desmayarán.” (Isaías 40:31 NTV)

El águila sabe que su fuerza NO esta en su aleteo, sino que esta en la forma de sus alas, que aprovechan al máximo las corrientes de aire, deslizándose suavemente sobre de ella y siendo transportadas a alturas que mediante solo aleteo nunca podarían alcanzar.

Así mismo, tú y yo, estamos diseñados para ‘flotar’, para rendirnos ante el viento del Espiritu Santo, para solo descansar y deslizándonos sobre esas enormes corrientes del poder de Dios.  Si tratáramos por nuestras propias fuerzas de alcanzar esas alturas, por más que ‘aleteáramos’ como pájaros, NUNCA podríamos remontarnos tan alto; SOLAMENTE mediante las enormes corrientes que te proyectaran hacia muy alto; y esas corrientes las alcanzas en oración. No es algo que busques per se, es algo que se da como consecuencia de estar platicando con Dios en ORACION.

Mi esposa me cuenta que cuando vivíamos en la Ciudad de México, y bajaba yo a desayunar antes de irme al trabajo, el lugar donde me sentaba quedaba impregnado de mi loción, y aunque solo tardaba como 10 minutos en desayunar, esa fragancia se quedaba todo el resto del día. Ella me cuenta que a media mañana se sentaba a leer en ese lugar, porque seguía percibiendo mi loción.

De la misma manera, cuando pasamos un rato a diario platicando en oración con nuestro Señor, su ‘loción’ se queda impregnada en nosotros, a esa ‘loción’ de Dios se le llama UNCION. Pero como no dura para siempre, hay que seguir pasando tiempo diario con El, para no perderla,

“Invócame en el día de la angustia;  yo te libraré y tú me honrarás.»” (Salmo 50:15 NVI)


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