domingo, mayo 27, 2012

La Confesión Te Mantiene Saludable



“Mientras me negué a confesar mi pecado, mi cuerpo se consumió, y gemía todo el día.” (Salmo 32:3 NTV)

Confesar tu pecado es bueno para tu salud, y cualquier psicólogo te dirá esto. Es bueno limpiar tu conciencia y sacar las cosas fuera de tu pecho. 

Tu cuerpo no está diseñado para mantenerlas dentro. Cuando guardas tu sentimiento de culpa dentro de ti, es como si agitaras una lata cerrada de refresco. Tarde o temprano explotara.

David lo dice de esta manera en el Salmo 32:3-5: " Mientras me negué a confesar mi pecado, mi cuerpo se consumió, y gemía todo el día… mi fuerza se evaporó como agua al calor del verano.  Finalmente te confesé todos mis pecados y ya no intenté ocultar mi culpa…. ¡y tú me perdonaste! Toda mi culpa desapareció.

David guardo en su interior sus sentimientos de culpabilidad y físicamente  le estaba afectando su cuerpo y su salud. Si tu no externas tus problemas, tu sentimiento de culpa y tu amargura con Dios;  te  estas  desquitando con tu cuerpo.

Los médicos dicen que mucha gente podría dejar el hospital de inmediato, si supieran cómo deshacerse del sentimiento de culpa que sienten o del resentimiento por cosas que le hicieron a otras personas y cosas que otros les hicieron a ellos. 

Piensa en esto: 
 
Dedica unos minutos y ponte en oración pidiéndole a Dios que te perdone por todas las cosas que has hecho contra los demás y los heriste.

Luego ora a Dios pidiéndole que te quite cualquier resentimiento y amargura que sientas contra las personas que te han herido. Pídele a Dios que te ayude a perdonar a esas personas; y con esto, empezara a mejorar tu salud.  

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