Cuando
Adán en el Jardín del Edén se dio cuenta de que había desobedecido a Dios, su
primera reacción fue esconderse de Dios, Adán rompió unilateralmente la
comunicación con Dios. La ORACION además de ser el medio de comunicación con
Dios, es la evidencia de nuestro deseo de estar en contacto directo y cercano
con nuestro creador.
La
ORACION es simplemente platicar con DIOS, y hacer esto habitualmente tiene sus
grandes beneficios “colaterales” (que no son el motivo principal de orar):
“Y, mientras vivió
Zacarías, quien lo instruyó en el temor de Dios, se empeñó en buscar al Señor. Mientras
Uzías buscó a Dios, Dios le dio prosperidad.” (2 Crónicas 26:5)
El
platicar con Dios no debe ser motivado solo para pedirle cosas a Dios, sino por
el placer de hablar con la persona que mas te ama en todo lo existente. La
comunicación con Dios es tan maravillosa, que al realmente experimentarla TODO
lo demás pierde su relevancia; si bien Jesús dijo:
“Más bien, busquen
primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas
estas cosas les serán añadidas.” (Mateo 6:33 NVI)
Bien
sabemos de ‘primera mano’ que nuestra disposición física y mental, no se
inclina naturalmente hacia la ORACION, mas nos atraen los entretenimientos y el
descano; pero con ellos, no nos son añadidas milagrosamente las otras cosas que
anhelamos y necesitamos.
“Disciplino
mi cuerpo como lo hace un atleta, lo
entreno para que haga lo que debe hacer.” (1 Corintios 9:27 NTV)
Por
esta razón, deberemos de hacer uso de nuestra fuerza de voluntad y decisión
para mejor buscar lo eterno, lo de arriba que es eterno; Jesús mismo dijo:
“No os
acumuléis
tesoros en la tierra, done la polilla y la herrumbre
destruyen,
y donde ladrones
penetran
y roban; sino acumulaos tesoros en el cielo,
donde ni la polilla ni la herrumbre
destruyen,
y donde ladrones no penetran ni
roban”;
(Mateo 6:19-20 LBLA)
¿Cuando fue la ultima ves que te sentaste tranquilamente
a platicar con Dios?
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