"Ruego por ellos. No ruego por
el mundo, sino por los que me has dado, porque son tuyos." (Juan 17:9 NVI)
Los cinco propósitos de Dios para tus hijos son los mismos cinco propósitos de Dios para tu vida. Jesús oró por estos cinco propósitos en las vidas de aquellos a los que lo seguían: "Mi oración no es por el mundo, sino por los que me has dado, porque te pertenecen." (Juan 17:9 NTV).
Podemos orar para que nuestros hijos vivan para Cristo con alegría: “Mientras estuve con ellos en este mundo, les dije muchas cosas para que estuvieran llenos de mi alegría." (Juan 17:13b NTV).
Podemos orar para que nuestros hijos crezcan fuertes espiritualmente: " No te pido que los quites del mundo, sino que los protejas del maligno." (Juan 17:15 NTV).
Podemos orar para que nuestros hijos sirvan a Cristo con eficacia: “Hazlos santos con tu verdad; enséñales tu palabra, la cual es verdad." (Juan 17:17 NTV).
Podemos orar para que nuestros hijos experimenten la comunión personal: " Te pido que todos sean uno, así como tú y yo somos uno, es decir, como tú estás en mí, Padre, y yo estoy en ti. Y que ellos estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste." (Juan 17:21 NTV ).
Podemos orar para que nuestros hijos traigan a otros a Cristo con regularidad: " No te pido sólo por estos discípulos, sino también por todos los que creerán en mí por el mensaje de ellos." (Juan 17:20 NTV).
Piensa en esto:
¿Cuáles son las maneras en que puedes orar por tus hijos para que vivan para Cristo? ¿Para que crezcan fuertes? ¿Para que sirvan a Cristo? ¿Para que disfruten de la comunión? ¿Para que traigan a otros a Cristo?
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