Recuerdo
muy bien cuando vivimos el terremoto en la Ciudad de México en 1985. Un
grupo de amigos de la iglesia nos juntamos para ir a ayudar a los
equipos de rescate y salvamento en la Colonia Roma. Fuimos por 1 semana
de 6 de la tarde hasta el amanecer del siguiente día (fue una magnifica
experiencia y terapia para esos momentos de estrés), y algo que nunca
olvidare, es la sensación del viento frío en la cara, el olor de las
mascarillas que usábamos, las grandes lámparas de de halógeno, que en la
profunda oscuridad de la noche iluminaban los edificios colapsados, y
sobre todo el resonar de los martillos neumáticos (bailarinas) rompiendo
las losas de concreto (pisos y techos) que estaban una sobre de la
otra.
Cada
ves que percibo cualquiera de estas cosas, de inmediato recuerdo
aquellos días, de tristeza y desolación para el DF; y también recuerdo
lo que sentíamos al estar trabajando sobre las losas colapsadas, que se
movían y balanceaban lentamente bajo nuestros pies, sin saber si se
colapsaría aun mas el edificio. Al bajarnos de los escombros y estar
sobre la calle en tierra firme, sentíamos una sensación de seguridad y
tranquilidad inexplicable.
Esto
me sirve para platicarte lo que se siente al estar parado sobre algo
sólido, fuerte, inconmovible, como lo es la Palabra de Dios:
Los que aman tu ley viven en completa paz, porque saben que no tropezarán. (Salmo 119:165 RVC)
El
salmista expresa esta sensación como una forma de vida, llena de
perfecta y completa paz, sabiendo que no se tropezara con algo, ni nada
debajo de tus pies se colapsara mientras estas parado sobre ella.
Tener
paz, es la eliminación total de situaciones perturbadoras, la
erradicación de condiciones de estrés; el tener paz no significa la
ausencia total de problemas y dificultades, el tener paz es saber sobre
que estas parado. Jesucristo en medio de la tempestad, se encontraba
dormido tranquilamente y en paz, porque sabía que estaba parado cobre la
voluntad del Padre. El apóstol Pablo describe esta paz de la siguiente
manera:
Y
la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones
y sus pensamientos en Cristo Jesús. (Filipenses 4:7 NVI)
La
paz que sobrepasa todo entendimiento, es la paz que no se basa en lo
que tienes materialmente, ni en lo que sabes ni a quien conoces; esta
paz esta basada en algo mucho mas grande, poderoso y eterno; algo que
esta mas allá de este mundo; ese algo es Dios, y la única manera de
conocerlo y aprender el camino hacia el, es mediante su Palabra escrita,
que es la Biblia.
¿Sientes
inseguridad en tu situación familiar, de salud o económica?, ¿de
repente te sientes como si estuvieras parado sobre una tabla para
surfear, en las olas de La Quebrada en Acapulco? Bájate de ese edificio
colapsado con losas de concreto resbalándose bajo tus pies, y párate
firmemente sobre lo que dice la Biblia, que es la mismísima voz de Dios.
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