La Biblia es Históricamente Exacta

“…es imposible que Dios mienta,…” (Hebreos 6:18b NVI) Puedes confiar en la Biblia porque es doctrinalmente correcta. Tú puedes confiar en la Biblia porque es teológicamente correcta. Tú puede confiar en la Biblia porque es precisa con respecto a la moral y la ética. Pero también se puede confiar en la Biblia porque es históricamente exacta. ¿Por qué es importante esto? La Biblia nos dice en Hebreos 6:18, "Es imposible que Dios mienta" (NVI). La única razón por la que funciona el universo es porque Dios es verdadero todo el tiempo. Si la Biblia contiene en ella tan solo una mentira, entonces no proviene de Dios, no es la Palabra de Dios; porque Dios no puede mentir. Salmo 33:4 dice: "La palabra del Señor es justa; fieles son todas sus obras." (NVI). Eso significa que la Biblia es correcta y verdadera acerca de la salvación y de la historia. ¿Cómo sabemos que la Biblia es históricamente exacta? De la misma manera como se juzga cualquier otro dato de la historia: La Biblia proviene de relatos en primera persona. Un historiador busca descubrir si la información histórica fue escrita por alguien que lo vio personalmente, o si fue escrito por alguien que no lo vivió personalmente y solo se lo contaron, o sea  de segunda mano, o si solo se trata de una fábula escrita cientos de años después. La Biblia fue escrita principalmente por  testigos oculares. Moisés estuvo allí cuando el Mar Rojo dividido. Josué estaba allí cuando los muros de Jericó cayeron. Los discípulos de Jesús se sentaron con El en el aposento alto y le vieron aparecerse resucitado. La historia bíblica fue recopilada con sumo cuidado. Cuando se ‘duplicaba’ la Escritura, lo hacían los copistas del Antiguo Testamento que eran los escribas – quienes al copiar los rollos de la ley, lo hacían de uno por uno,  ¡muy  parecido a una fotocopiadora! Ellos tenían una larga lista de reglas que utilizaban para asegurarse de que se hubiera copiado con suma exactitud. Ellos conocían el número exacto de columnas en todo el Antiguo Testamento, que siempre sería el mismo número. Incluso las longitudes de las columnas tenía que ser del mismo tamaño. Ellos sabían cuántas letras iguales había en cada libro. Por ejemplo, podrían haber sabido que había 1,653 letras ‘a’ en un royo (o libro) determinado. Si en la copia hecha del original solo aparecían 1,652, se destruía totalmente esa copia del rollo y se empezaban de nuevo. La arqueología  prueba que la Biblia es verdad. Los arqueólogos han podido desenterrar los lugares mencionados en la Biblia. Por ejemplo, ellos han encontrado el estanque de Siloé donde Jesús sanó a un ciego,  y han encontrado partes del templo de Herodes (el que existió en la época de Jesús). El imperio hitita es un gran ejemplo de cómo la arqueología nos ha mostrado que la Biblia es históricamente exacta. Durante generaciones, los historiadores no tenían constancia de la existencia de los hititas en cualquier lugar de la Tierra. Sin embargo, en el año 1900, un arqueólogo descubrió 10.000 tablillas de arcilla en la capital hitita. Ahora todo el mundo sabe que los hititas si existieron. Considera esto: ¿Crees que la Biblia es verdad? ¿Qué le dirías a alguien que te dijera que la Palabra de Dios no es históricamente exacta?